Un desollador de huesos y un puño americano son algunas de las armas prohibidas decomisadas en el aeropuerto de Bilbao. Las armas prohibidas fueron descubiertas en los equipajes de cinco pasajeros que viajaban o provenían de terceros países y de la Unión Europea. Las operaciones se realizaron en el mes de agosto. A los viajeros, dos mujeres y tres hombres, les fueron aprehendidas las armas prohibidas siendo denunciados por infracciones graves a la normativa de seguridad ciudadana.
Concretamente, en agosto, la guardia civil decomisó en el aeropuerto de Bilbao a un pasajero procedente de Colombia un cinturón con un cuchillo escondido en su hebilla. Según ha informado la Delegación del Gobierno en el País Vasco, el "cinturón-cuchillo" le fue detectado al pasajero al pasar por la máquina de rayos X.
Las cinco personas se enfrentan a multas que comprenderán desde los 601 a 30.000 euros.
Llaves de pugilato
En la maleta de una mujer que pretendía viajar a Ecuador con escala en Madrid, detectaron durante la inspección de equipajes facturados, un arma prohibida, resultando ser un desollador de huesos con mango envuelto en una funda. Las llaves de pugilato fueron localizadas a otra mujer y dos hombres que pretendían volar a distintos países.
Uno de ellos que viajaba con escala en Dusseldorf (Alemania) y destino final Berlín (Alemania), había facturado la maleta, la cual, al ser revisada por personal de la empresa de seguridad ISEC, detectaron mediante escáner lo que parecía ser un puño americano. El vigilante privado alertó al agente de la guardia civil, quien, tras verificar la imagen, comprobó que se trataba de un arma prohibida.
Alertando en ese instante a la aerolínea para que localizasen al pasajero, logrando así abrir la maleta en su presencia e interviniendo la llave ilegal. Otro pasajero que viajaba a Isla de Sal (Cabo Verde) fue descubierto al pasar los filtros de seguridad cuando uno de los vigilantes solicitó la presencia policial al localizar en el equipaje de mano un puño americano, hecho que constató el agente procediendo de inmediato a la retirada del arma.
La última llave de pugilato le fue prendida a una mujer que viajaba a Londres, portando el objeto en el interior de su equipaje facturado. La detección se halló mientras un agente realizaba la inspección de equipajes observó por Rayos - X lo que parecía ser un puño americano, comprobando tras la apertura de la maleta, que se trataba del arma prohibida, siendo aprehendida la misma.