Qué es una demanda, cómo se redacta una sentencia, La Manada o el caso de Dani Alves. De todo ello escribe, con un lenguaje de a pie, Fernando Portillo –juez decano de Melilla y Judge the Zipper en X, donde tiene más de 99.000 seguidores– en su libro Destripando el Derecho. Una obra que ha presentado en la Sociedad Bilbaina, con el magistrado Emilio Lamo de Espinosa como maestro de ceremonias, y cuyos derechos de autor van destinados a la investigación de la ELA, “que no tiene cura y para la que no se tienen suficientes recursos”, lamenta, tras la muerte de una familiar por la enfermedad.

Hubo un tiempo en que pocos jueces se pronunciaban y usted se lanzó a tuitear. ¿Por qué le dio por ahí?

La función del juez y las herramientas con las que trabajamos son grandes desconocidas y me pareció importante informar sobre ello.

Se define como “un juez indignado e inconformista”. ¿Qué le enfada?

El maltrato institucional al que se somete al Poder Judicial, que solo es poder con minúsculas.

En su obra ‘destripa’ el Derecho para que todos lo entiendan. ¿Qué errores suelen cometer los no duchos?

Aparte de confundir demanda con querella o creer que el ensañamiento se da cuando se dan 35 puñaladas y puede no haberlo, el principal error es pensar que los jueces decidimos conforme a nuestras creencias, ideologías y opiniones, que resolvemos con el estómago, cuando somos profesionales de la imparcialidad.

¿Con qué titular de prensa se ha llevado las manos a la cabeza?

Uno hacía referencia a que un juez de lo contencioso había metido a alguien en prisión, cuando entre sus funciones no está juzgar los delitos.

Resulta difícil de entender que ‘la ley del solo sí es sí’ beneficiara a algunos agresores. ¿Le sorprendió?

No, porque, cuando se modifica el Código Penal, en muchas ocasiones beneficia al reo. Sí me sorprendió que se revolvieran los responsables políticos contra los jueces, que lo único que hicimos fue aplicar la ley, y cómo parte de la ciudadanía compraba el discurso de que los jueces rebajaban las penas para fastidiar a los políticos.

En su libro habla también de las denuncias falsas. ¿Haberlas, haylas?

Sí. Muchas veces se denuncian cosas que no son para tratar de engañar al seguro. En los casos de violencia de género o separación, la denuncia va a afectar a una persona y su familia, con lo cual genera mucho ruido. Se habla tanto de este tema porque por parte de las autoridades se ha negado la existencia de estas denuncias, acogiéndose a un criterio exclusivamente jurídico de condenas por denuncia falsa, y eso ha hecho levantar la voz contraria y decir: que no se haya condenado por denuncia falsa no significa que la denuncia no haya sido falsa, igual que hay supuestos de malos tratos que no denuncian y eso no significa que no haya malos tratos.

¿Hay muchos culpables en la calle por falta de pruebas?

Ese es el precio que pagamos por vivir en un Estado democrático y de derecho del siglo XXI, el que se prefiere dejar a cien culpables en la calle que meter a un inocente en prisión.

Se está juzgando a los acusados por la brutal paliza a un joven en Amorebieta. ¿Le alarma este caso?

No especialmente, porque son casos que en ocasiones ocurren. Uno nunca adivina por qué un asunto pasa a ser mediático, pero el caso, desde el punto de vista jurídico, no presenta ninguna rareza o excepcionalidad.

"Casos como el de la agresión de Amorebieta, por desgracia, de vez en cuando se ven por los juzgados y en ocasiones, como es este caso, han tenido gran repercusión mediática"

La víctima sufre secuelas neurológicas irreversibles. ¿Se suelen dar casos con esa gravedad?

Evidentemente, con esa gravedad no es habitual, pero no es el primero ni será el último. Estas cosas, por desgracia, de vez en cuando se ven por los juzgados y en ocasiones, como es este caso, ha tenido gran repercusión mediática. Esperemos que el asunto se resuelva a satisfacción de todos.

Existe un vídeo de la agresión grupal. ¿La condena será contundente?

La contundencia dependerá de lo que dice la ley, que establece unos límites de penas, y de lo que pidan las acusaciones. Lo que está claro es que la existencia de una prueba directa, como es este caso una grabación, facilita mucho la labor del tribunal.

El juez Portillo, en la Sociedad Bilbaina, donde presentó su libro. Oskar Gonzalez

Los menores fueron condenados a entre tres y cinco años de internamiento. La familia y muchos ciudadanos lo consideran insuficiente.

Siempre a las familias de las víctimas y a las propias víctimas les van a parecer insuficientes las condenas. Es normal y hay que respetarlo. Respecto a la polémica que existe con relación a la Ley Penal del Menor, cualquier modificación nunca puede ser impulsada por la noticia del momento. Debe obedecer a un debate reflexivo y tratar de recoger el sentir mayoritario de la sociedad en general y no con el foco en un asunto llamativo.

¿Qué opina de las filtraciones en el caso de Daniel Sancho?

Las filtraciones siempre son malas porque pueden transmitir a la ciudadanía la impresión de que el procedimiento va por un sitio cuando a lo mejor hay otras cosas que no se saben y que obligan a resolver de otra manera. Me sorprende el nivel de filtración que está habiendo y que no es usual en España, pero me gustaría que hubiese menos también en este país.

¿Hay condenas por filtraciones?

No, porque el periodista guarda reserva de cómo ha obtenido la información, lo que impide determinar de dónde ha venido la filtración. No es que haya muchas, pero cuando se producen nos quedamos con el amargo sabor de por qué ocurre y no pasa nada. Dar con el autor no siempre es sencillo. En el momento en que hay partes personadas y que tienen acceso al procedimiento, hay policías, funcionarios, varios abogados...

El abogado de Sancho también ha comparecido ante los medios.

Me llaman la atención los letrados que intentan resolver sus pleitos ante la opinión publica, además de en los tribunales. Me generan más sensación de normalidad aquellos abogados que pelean en los tribunales, pero callan ante los medios.

Cita asimismo el caso de Dani Alves. ¿Hay mucho famoso que cree que quedará impune por serlo?

No. De hecho, los tribunales es uno de los sitios donde podemos ver cómo el poderoso se arrodilla ante el débil. El poder no te va a hacer ganar pleitos, pero el acceso a recursos económicos te puede colocar en una mejor situación de salida a la hora de defender tu posición en los tribunales.

¿La condena a Dolores Vázquez es el mayor error judicial que conoce?

Posiblemente sea uno de los mayores porque fue una condena no solo penal, sino también social.

"Los jueces somos personas y podemos cometer errores. Más que confiar en los jueces individualmente hay que confiar en el sistema de recursos que permite corregir los errores en instancias superiores"

¿Los jueces son críticos con sus colegas? ¿Hay sentencias que usted considera equivocadas?

Los jueces somos personas y podemos cometer errores. Más que confiar en los jueces individualmente hay que confiar en el sistema de recursos que permite corregir los errores en instancias superiores.

Los derechos de autor de su obra irán destinados a Fundela.

Sí, tenemos que ser conscientes del impacto que tiene la ELA en el enfermo y su entorno y reclamar más inversión en investigación y en asistencia y ayuda a los enfermos.