Para Ana Claudia Ionita, madre de Alex, el de ayer era un día señalado en el calendario por todo lo que iba a remover en su interior. “¿Por qué lo hicisteis? ¿Para qué?”, preguntó al final de su declaración a los acusados, tratando de encontrar respuestas a esas preguntas que la llevan atormentando desde el día en que su hijo quedó postrado en una cama. “Están bastante enfadados por las declaraciones de los procesados. Incluso ellos, que no saben bien castellano, se han dado cuenta de que mentían”, aseveró tras la vista oral Mariana Tulburé, abogada que está acompañando a esta familia de origen rumano.

Siguen sin hallar respuestas, pero los padres de Alex han encontrado algo de tranquilidad tras haber comparecido, tras un biombo, en la primera sesión del juicio en el que coincidieron con los siete acusados mayores de edad que están siendo juzgados en la Audiencia Provincial de Bizkaia. “La familia está reviviendo otra vez todo”, aseveraba Tulbure, consciente del estado de nerviosismo que padecía la madre principalmente los días anteriores al juicio. 

El primero en declarar fue Eugen Ionita, el padre del joven, con quien residía en Lemoa en el momento de los hechos. “Le llamaba pero no contestaba”, ha apuntado sobre cómo tuvo conocimiento de que algo le había ocurrido a su hijo, quien recibió una paliza tras ser rodeado por un casi una veintena de jóvenes después de que el amigo con el que estaba en Amorebieta se apartara en un momento dado de la madrugada. 

Los padres de la víctima afirmaron que antes de la noche de autos, su hijo era un joven que “estaba sano” y que, sin embargo, ahora “está mal”, y señalaron que los médicos no les han dado “ninguna esperanza” de que se recupere, mientras permanece postrado en una cama con una severa afectación neurológica. A día de hoy el joven permanece ajeno al juicio, que no se menciona en su presencia para evitar que se altere. 

Los padres de Alex reconocieron haber recibido 840.000 euros de indemnización por las secuelas que sufre su hijo, que están dedicando a atenderle, y estiman que no es suficiente. De hecho, cuentan con el apoyo de Roxana, benefactora ibicenca, que ayuda a la familia económicamente para sufragar sus costosos tratamientos después de haber tenido conocimiento del caso por la prensa. “Para mi no hay vida y tampoco para mi hijo”, lamentó la madre en el estrado, quien ha declarado en numerosas ocasiones que ninguna condena que se ponga a los acusados podrá satisfacerla debido a los daños irreversibles que sufre su hijo.

Foro de Deia

Homenaje del lehendakari a Alex y su familia

Un sentido aplauso. El lehendakari Iñigo Urkullu tuvo un recuerdo para Alex, el joven agredido brutalmente hace dos años en Amorebieta, en el inicio del juicio contra sus presuntos agresores. En el transcurso de un foro organizado ayer por DEIA, el lehendakari se sumó al aplauso de los asistentes a la familia del joven y apeló a los valores con los que se debe construir una sociedad como la vasca. Ya en julio de 2021, cuando ocurrió el suceso que conmocionó la opinión pública debido a la brutalidad del ataque, el lehendakari se comprometió a “detener cuanto antes” a los autores de apalear a Alex, vecino de Lemoa, que entonces tenía 23 años. “Sobrepasa cualquier límite y nos avergüenza como sociedad”, aseveró Urkullu.