El tribunal del jurado ha declarado por unanimidad culpable de asesinato a José Antonio A.C., de 47 años, que asestó 27 cuchilladas a su hijo de 11 años en abril de 2022 con la intención de causar el mayor dolor posible a su exesposa y madre del niño, de la que se acababa de divorciar.

Los miembros del jurado también han considerado probado que el procesado es igualmente responsable de los delitos de amenazas, quebrantamiento de condena, maltrato físico y maltrato psíquico por los que había sido acusado en este mismo proceso.

En la lectura del veredicto, que ha tenido lugar la tarde de este martes en la Ciudad de la Justicia de València, los nueve miembros del jurado han mostrado asimismo su criterio desfavorable a que se apliquen al procesado los beneficios de la remisión condicional de la pena.

También su criterio es desfavorable, según ha comunicado a la sala, a que se efectúe en la propia sentencia la petición de indulto a favor del mismo.

La presidenta del tribunal deberá decidir ahora qué pena aplica al procesado, teniendo en cuenta que tanto la Fiscalía como las acusaciones han reclamado prisión permanente revisable por del delito de asesinato, tal y como han mantenido hoy.

La defensa, por su parte, trató de argumentar que no hubo premeditación alguna ni ensañamiento y pidió que los hechos se contemplasen como un homicidio, un argumento que ha mantenido este martes.

Tanto Fiscalía como las acusaciones han pedido al tribunal la prórroga de la prisión provisional de José Antonio A.C., dado que esta tiene un periodo máximo de dos años y no se prevé que la sentencia sea firme antes de principios de abril, cuando el procesado cumplirá ya dos años en a cárcel.

La lectura del veredicto del jurado ha congregado a numerosos medios de comunicación, que han seguido la vista desde una sala habilitada para ello. Al contrario de la madre del niño asesinado, que ha escuchado, encogida y compungida, parte de la exposición en la misma sala del tribunal, aunque tras un biombo que le separaba visualmente del acusado.

Los miembros del jurado, que empezaron a deliberar en la mañana de este lunes, han alcanzado este veredicto de culpabilidad tras responder a las preguntas que les han planteado los letrados de la defensa y las acusaciones.

El hombre confesó el crimen

El juicio se desarrolló la semana pasada y el agresor confesó el crimen, si bien trató de argumentar que era alcohólico y que pudo haber sido víctima de una enajenación.

Por el contrario, las acusaciones -que ejerce tanto la familia materna del menor como la Abogacía de la Generalitat- sostuvieron que no había indicio alguno de que el procesado se encontrase bajo los efectos del alcohol.

"Es habitual que el acusado diga que se endemonió, pero en este caso todos los forenses han dicho que era plenamente consciente. Se llama maldad, se hace para causar el mayor daño posible, y por eso pedimos la máxima pena posible", señaló el letrado de la Generalitat.

En este mismo sentido se pronunció un equipo de forenses que examinaron al procesado al señalar que el agresor "no tenía alterada ni la inteligencia ni la voluntad" cuando cometió el crimen; "hay gente mala, y eso no significa que esté enferma".

"Dirigió su acción criminal contra el hijo porque la madre era ya insensible a las agresiones y amenazas. Se llama violencia vicaria. No toleró perder el control sobre su mujer", agregaron.