Los hechos ocurrieron este pasado día 21 a unas 8 millas de la costa, en las inmediaciones del Cabo Matxitxako, pero es que días antes, el mismo hombre fue sorprendido en el puerto de Bermeo pescando a caña, una actividad prohibida. En aquella ocasión fue denunciado por incumplir la Ley de Pesca, tal y como ha ocurrido en esta última ocasión ya que el furtivo reincidente estaba faenando con artes de pesca prohibidas para particulares en su embarcación de recreo.

Esta vez fue necesario atender a la lectura del radar para poder localizar a esta persona. En concreto, tal y como han informado desde el Servicio Marítimo de Bizkaia, mientras se encontraban realizando funciones de control de la flota pesquera, detectaron en el radar del patrullero 'Río Guadalete', un barco no muy alejado de un grupo de buques profesionales.

Tablillas de corcho intervenidas en la embarcación de recreo del pescador furtivo denunciado por infringir la ley.

Tablillas de corcho intervenidas en la embarcación de recreo del pescador furtivo denunciado por infringir la ley. Cedida

Los agentes se dirigieron al lugar marcado, alejado de la costa y descubriendo una embarcación de recreo con un único tripulante a bordo. Cuando procedieron a revisar la documentación de la nave, observaron un gran número de tablillas de corcho (flotadores) dotados de líneas de pesca con anzuelos.

En ese momento retiraron del mar los flotadores, contabilizando un total de 58 con alrededor de 500 anzuelos. "Para la práctica de esta actividad se requiere una licencia de pesca industrial y ni patrón ni embarcación, disponían de la misma para ejercerla", han ilustrado desde el Servicio Marítimo.

El pescador furtivo no tenía ninguna captura en la cubierta de la embarcación en el momento de la intervención policial, pero ha sido denunciado por infringir la ley normativa de pesca. El dispositivo también evitó daños al ecosistema marino y un perjuicio a los buques profesionales que sí cumplían con la normativa.