El rescate a un joven que se subió al Peñón de Sopela y que luego no podía bajar pudo haberle salido bastante caro. Más que arriesgar su vida, por lo que quizás fue simplemente un acto de intransigencia o pura mala suerte, los rescates sí que tiene un precio a pagar. El pasado nueve de octubre, este cúmulo de peñascos se convirtió en un escenario de salvamento en el que participaron los Bomberos de la Diputación Foral de Bizkaia, quienes atendieron a una petición de ayuda en la que incluso la Policía Municipal de Sopela estuvo involucrada. Con la ayuda de varias bolsas y maquinaria, el rescate resultó ser todo un éxito y el joven pudo descender del peñón sin sufrir daño alguno. Sin embargo, la responsabilidad en estos casos no recae puramente en las autoridades, sino también en el mismo afectado.

Rescatan a un joven en el Peñón de Sopela

Rescatan a un joven en el Peñón de Sopela DEIA

Según declaraciones de la Federación vizcaina de Montaña, en un caso como este se debería cobrar el importe correspondiente a la Ley de Tasas. Sobre todo, si la persona no se encuentra federada, cosa que aconseja desde la agrupación. El 9 de octubre no hacía mal tiempo y por lo tanto, si el joven no estuviese federado tendría obligación de abonar un porcentaje correspondiente a las labores de salvamento llevadas a cabo. Las tarifas en dichas situaciones varían de acuerdo al número de profesionales involucrados, los materiales utilizados y el tiempo invertido en dicho rescate. 

Según se recoge en la página web de la Federación de Montaña, por cada profesional involucrado en la operación el precio que se fija son de 37,08 euros y por cada vehículo en uso, 39,14 euros. Mientras que si el suceso requiere la utilización de helicóptero su coste ascenderá a los 2.155,79 euros. Si por el contrario se precisa la intervención técnica de una embarcación de una eslora, el precio variará entre los 394,49 euros y los 2.077,51 euros, dependiendo si ésta es de menos o superior a los 18 metros.

La moraleja de esta historia sea probablemente que si ese practican deportes que conllevan riesgos, lo mejor es cubrirse las espaldas con un seguro o federándose para no tener que cubrir las cantidades de un rescate. 

Memoria

Nadie está libre de sufrir un accidente y son numerosos los rescates que se llevan a cabo a lo largo de todo el año en el territorio vizcaino. Concretamente, según se recoge en la memoria de las actividades realizadas por los Bomberos de Bizkaia de la Diputación Foral de Bizkaia en 2021, el mayor de número de salidas estuvieron vinculadas a labores de salvamento. Según los datos, de las 5.692 salidas que se llevaron a cabo en los 12 meses, 3.424 correspondieron a rescates, o lo que es lo mismo: Seis de cada diez salidas realizadas por los bomberos forales fueron rescates. El resto estuvieron relacionadas a incendios y asistencia técnica. “La mayoría de los rescates no son sucesos puntuales y la gente debería saber que pueden conllevar consecuencias económicas para quien las necesite”, destacan desde la federación de montaña. 

Francisco tiene 43 años y lleva toda la vida disfrutando de su pasión; la montaña. Sin embargo, él sabe que cualquier deporte que se practique conlleva riesgos y asegura la importancia de contar con un seguro. “Conocía las tasas y yo no dudé en federarme”, dice. Y añadió: “Hago esto muy seguido y por eso lo sé, pero la mayoría de la gente desconoce que existen unas tasas. Tengo muchos amigos y amigas que se interesan puntualmente por el senderismo y van sin seguro”, concluye.