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Doble crimen de Abanto: El presunto autor se tapa la cara para no ver la escena del crimen

El cadáver de su esposa se encontraba en el salón y el de su hija atado de pies y manos sobre la alfombra rosa de su cuarto

Doble crimen de Abanto: El presunto autor se tapa la cara para no ver la escena del crimenOskar Gonzalez

El presunto autor del doble crimen de Abanto se ha tapado la cara para no visionar la escena del crimen en en el chalé de San Fuentes en Abanto-Zierbena. F.M.S., que se enfrenta a una petición de hasta 50 años de prisión como autor de los asesinatos de su hija y esposa el 10 de marzo de 2020, ha evitado mirar las imágenes en las que el cadáver de su esposa se encontraba en el salón y el de su hija atado de pies y manos sobre la alfombra rosa de su cuarto. En el juicio que continúa en la Audiencia Provincial de Bizkaia, el jurado ha visionado este martes las fotografías donde el presunto autor cometió el doble crimen.

Los tres ertzainas que realizaron la toma de evidencias en el domicilio familiar donde ocurrieron los hechos han detallado cómo estaba la escena del crimen, ayudados de unas fotografías en 360 grados de todo el chalé exhibidas en una pantalla grande, mientras los miembros del jurado y la magistrada presidente del tribunal atendían a las explicaciones de la policía científica.

Al llegar a la casa, los agentes comprobaron que ni las puertas del chalé ni las ventanas habían sido forzadas y ya dentro, recostada de lado con las piernas flexionadas hallaron el cadáver de la mujer del arrestado.

Tenía la cabeza sobre un cojín que había empapado abundante sangre de "un corte profundo y extenso en el cuello", si bien en el resto de la escena había "pocas salpicaduras" lo que evidencia que no hubo movimiento, fue "un escenario estático".

Los agentes sostienen que la víctima quizás estaba dormida cuando recibió "un ataque por sorpresa", con un primer impacto en la cabeza y después "un degüello amplio y severo" que ocasionó que se desangrara.

A continuación, los policías hallaron en la cocina dos mazas de demolición de unos 8 kilos con el mango cortado y una de ellas presentaba restos de sangre y pelos, por lo que pensaron que podía haber sido empleada en el crimen.

En la planta superior, encontraron el cadáver de la joven de 24 años, boca abajo sobre la alfombra rosa, con una brida verde que le ataba las manos y un trozo de cuerda de esparto para inmovilizar sus pies. Los ertzainas encontraron en el despacho de su padre una bolsa con bridas verdes y un rollo de cuerda.

La joven tenía la cabeza ladeada en una mancha de sangre y también presentaba un impacto en la cabeza y un corte profundo en el cuello, donde había una toalla y se asomaba el filo de sierra de un cuchillo manchado de sangre.