Bilbao - Un transportista -Raúl S., de 41 años- y un chófer de Bizkaibus, -Mikel P., de 31- fallecieron ayer por la mañana en un brutal choque frontal en Galdakao. Todo parece indicar que el camión hizo la tijera cuando circulaba por la N-240, invadió el carril contrario y colisionó de frente contra el autobús, que en ese momento circulaba sin pasajeros. El siniestro ocurrió en una zona de alta concentración de accidentes -hace ahora un año un joven de 20 años falleció en el mismo lugar-, que está precisamente en obras para mejorar la seguridad. La carretera tuvo que cortarse completamente al tráfico por espacio de siete horas.

El accidente mortal se produjo a las 6.05 horas en la carretera N-240, a su paso por Usansolo, en la segunda curva de la bajada tras pasar el hospital de Galdakao. En él se vieron implicados un camión Scania, que circulaba en sentido Gasteiz, y una unidad de Bizkaibus, en concreto de la línea A3632 Bilbao-Etxebarri-Basauri-San Miguel (Begoña), que se dirigía en ese momento a Bilbao a iniciar su ruta desde la calle Bailén y en la que, por lo tanto, no viajaban usuarios en ese momento.

Aunque la Ertzaintza sigue investigando para aclarar las circunstancias del accidente, todo parece indicar que el conductor del camión perdió el control del vehículo a la salida de una curva, hizo la tijera e invadió el carril contrario, por el que en ese momento circulaba la unidad de Bizkaibus. Ambos vehículos colisionaron de manera frontal y sus cabinas quedaron prácticamente empotradas. Los dos conductores, los únicos ocupantes de los vehículos, quedaron atrapados en el interior de los mismos, por lo que tuvieron que ser rescatados por los bomberos. Los servicios médicos desplazados hasta el lugar únicamente pudieron confirmar el fallecimiento de los dos hombres.

Como consecuencia del siniestro, la carretera quedó cortada en ambos sentidos para facilitar las labores de los equipos de emergencia y para que las grúas pudieran retirar los dos vehículos implicados. Las patrullas de tráfico regularon y desviaron la circulación en Lemoa y Usansolo por Amorebieta y en la autopista A-8 también se reguló el acceso hacia la zona del accidente, dando prioridad a los vehículos que se dirigían al hospital de Galdakao. Como consecuencia de estos cortes de tráfico, se registraron retenciones en la zona, sobre todo a primera hora de la mañana.

El lugar donde se produjo el siniestro está considerado como una zona de concentración de accidentes y con una alta densidad de vehículos pesados, según señalaron ayer desde el departamento foral de Desarrollo Económico y Territorial. De hecho, la Diputación inició hace ahora hace algo más de un año unas obras para mejorar precisamente la seguridad de la vía. Para ello se ha rectificado el radio de las dos curvas que existen en la bajada desde el hospital, sentido Barazar, que precisamente se encuentran aún en obras. Desde el departamento se destacó que toda la zona se encuentra “debidamente señalizada” con limitación de velocidad. La previsión es que los trabajos finalicen este mismo mes de febrero, ya que únicamente resta por rematar el firme, labores muy condicionadas por la meteorología.

“Es una desgracia” Jon Elordui, presidente del comité de empresa de Pesalur, la concesionaria que presta servicio en esta comarca del territorio y a la que pertenecía el autobús siniestrado, admitió que la de ayer fue una jornada “muy dura, terrible” para todos los compañeros del conductor fallecido.

“Los miembros del comité hemos ido a primera hora de la mañana al lugar del accidente. Estábamos todos muy tristes, cabizbajos, consternados; ni siquiera nos hablábamos entre compañeros, estábamos todos mirando al suelo. Ha sido muy triste. Es una desgracia”, lamentaba. Elordui aseguró desconocer las circunstancias en las que se produjo el accidente, “no tenemos todavía el atestado ni el informe policial”, aunque admitió estar “sorprendidos y extrañados” por el choque. “Se están haciendo suposiciones pero no queremos adelantarnos a presuponer nada hasta que no haya un informe”, consideró.

Toda la representación sindical se sumó a los mensajes de condolencias y exigieron que una investigación exhaustiva de las circunstancias en las que se produjo el accidente. UGT, sindicato al que estaba afiliado el conductor de autobús fallecido, lamentó la muerte de los dos trabajadores y mostró su “solidaridad con familiares, compañeros y amigos de los trabajadores; en especial de Mikel, conductor del autobús, afiliado a este sindicato”.

También ELA expresó su “apoyo y solidaridad” a familias y compañeros de las víctimas, al mismo tiempo que exigió la “inmediata investigación del accidente para aclarar las causas y responsabilidades del mismo”. Asimismo, denunció que “cada vez se dan más fallecimientos en carretera en el sector del transporte”.

Desde LAB coincidieron en lamentar que “trabajar en la carretera es extremadamente peligroso” y denunciaron que, en lo que va de año, al menos seis personas han fallecido en Hego Euskal Herria en accidente de tráfico, “cuatro de ellas transportistas”. Finalmente, CC.OO. quiso sumarse “al dolor de las familias de ambos fallecidos”.

Condolencias de Vicente Reyes

“Estamos a su disposición”. El diputado de Transportes, Movilidad y Cohesión del Territorio, Vicente Reyes, trasladó ayer sus condolencias a la familias de los dos conductores fallecidos. “Quiero expresar, en mi nombre y en el de todo el equipo de Transportes de la Diputación nuestras más sentidas condolencias a las familias, amigos y compañeros de ambos trabajadores. Estamos a su disposición”, trasladó, tras haberse puesto en contacto tanto con el presidente del comité de empresa como con el padre del conductor de Bizkaibus.

Autobús. El autobús tenía dos años de antigüedad, ya que se había incorporado a la flota de Pesalur, la concesionaria que presta servicio en esta comarca, en diciembre de 2016. Según aseguró Reyes, el vehículo había pasado los controles y permisos correspondientes.

Concentraciones. El comité de empresa ha convocado una concentración silenciosa que se celebrará hoy, a las 10.30 horas, en la Gran Vía, delante del Palacio Foral, en nombre de los cinco sindicatos representados en él, a la que han invitado a sumarse a toda la ciudadanía. Según explicó su presidente, Jon Elordui, no se trata de una concentración de protesta, sino una forma de recordar y despedir a su compañero fallecido. “No es contra de nadie, ni para protestar; es una especie de señal de duelo”, señaló.

Crespón negro. Todos los autobuses de Bizkaibus lucirán hoy, en la luna delantera, un crespón negro para recordar a Mikel P. “Hemos hablado con la Diputación y, ya nos suponíamos, no nos han puesto ningún problema”, apuntó el presidente del comité.