Un grupo de orcas ha tenido varias "interacciones" con veleros frente a la costa vasca y, en concreto, golpearon y podrían haber roto el timón de una embarcación dos millas al norte de la localidad guipuzcoana de Deba y de otra frente a Cabo Villano, en Bizkaia.

Según ha explicado a EFE el naturalista responsable de Verballenas, Gorka Ocio, "las orcas se acercan a las embarcaciones, las empujan y las golpean esperando en ellas una reacción, como un juego, como cuando un gato trata de cazar un ratón". "No se trata, por tanto, de un ataque a las personas que están en su interior. Se acercan por curiosidad", ha añadido.

Ocio ha constatado haber confirmado que el pasado lunes un velero francés tuvo que ser rescatado frente a Deba y remolcado hasta el puerto de Getaria. Sus tripulantes alertaron a Salvamento Marítimo de que tres o cuatro orcas se habían acercado a su barco y la habían golpeado hasta romper el timón. Una embarcación acudió a su rescate y remolcó el velero hasta Getaria.

La segunda "interacción" de orcas se registró ayer martes, al norte de Cabo Villano, cuando varias orcas comenzaron a seguir a un velero y en un momento dado golpearon el casco del barco y causaron daños al timón, si bien lograron navegar por sus propios medios hasta el puerto de Getxo.

Peritos de las compañías de seguros deberán ahora estudiar si los daños de ambas embarcaciones son compatibles con las embestidas de las orcas con su melón, un órgano ubicado junto a la nariz.

Ocio, que organiza viajes para estudiar y contemplar delfines y ballenas, ha confirmado que desde hace un mes varios barcos habían avistado orcas en el Golfo de Bizkaia y, en concreto, hace unas semanas tres se acercaron a un barco que pescaba bonito y les "robaron varios ejemplares".

Esas orcas pertenecen a un grupo de 16 ejemplares a las que han bautizado como "gladis", que llevan protagonizando encuentros con embarcaciones desde 2020. Pertenecen a la subespecie de la orca ibérica que está en peligro crítico de extinción, con alrededor de 50 ejemplares.

Año "atípico"

"Algo pasó en ese año de la pandemia" que estudian naturistas y científicos desde distintos ámbitos para averiguar por qué las orcas cambiaron sus patrones de actuación y comenzaron a "dar problemas" en sus encuentros con embarcaciones.

Las orcas, ha explicado, "son clanes familiares y actúan por aprendizaje", de manera que los animales más jóvenes aprenden por imitación de las mayores, y repiten esas embestidas.

Los primeros episodios contra veleros ocurrieron en el Estrecho de Gibraltar, donde acuden siguiendo al atún rojo porque siempre se mueven buscando atunes, su alimento principal. "No se alimentan ni de focas ni de niños", ha comentado irónicamente Ocio para tratar de rebajar la sensación "de alarma" sobre esta especie.

Por ello, se mueven frente a la costa de Cádiz cuando los atunes acuden allí a desovar en primavera y después suelen acercarse al Cantábrico en octubre en busca de los bonitos y otros túnidos.

"Pero este año está siendo atípico porque llevan en el Golfo de Bizkaia desde junio" y a la vez un grupo permanece en el Estrecho de Gibraltar y otro frente a la costa portuguesa, ha explicado.

Los gobiernos portugués y francés han aconsejado a los patrones de barcos que avisten orcas que paren la embarcación para quitarles así el estímulo y perder su atención, si bien el Ministerio para la Transición Ecológica propone seguir navegando hasta aguas poco profundas.

Por su parte, Gorka Ocio ha recomendado a los patrones de embarcaciones de recreo que eviten navegar por la zona donde se han avistado orcas y ha indicado que el grupo que ha causado daños en ambas embarcaciones parece que seguían rumbo al oeste, hacia Cantabria.