El servicio foral de transporte por carretera Bizkaibus ha condenado de manera "firme" que una burra haya sido introducida en una de sus unidades y ha procedido a abrir un expediente disciplinario al conductor implicado en los hechos.
La condena se ha producido después de que este miércoles la asociación animalista Haiekin haya reprochado que un ganadero permita que grupos de personas "se diviertan" subiendo a una burra a un autobús del servicio público en el municipio vizcaino de Bakio.
En una nota, Bizkaibus ha mostrado su rechazo a lo sucedido y ha señalado que "introducir un animal de gran tamaño, como un burro, en el interior de una unidad del servicio público de transporte es un hecho absolutamente inaceptable, que compromete la seguridad de las personas usuarias, del personal conductor y del propio animal".
Ha anunciado también la apertura de un expediente disciplinario al conductor implicado, "tal y como establecen los protocolos internos ante comportamientos que puedan afectar gravemente a la prestación del servicio y a la seguridad", según indican.
Los responsables del servicio han transmitido, además, el incidente a la Ertzaintza, por si pudiera derivar en la imposición de algún tipo de sanción penal o administrativa.
La asociación animalista Haiekin había reprochado la actitud del ganadero. Esa organización informó de que les han hecho llegar un vídeo grabado el pasado sábado en Bakio en el que “se documenta cómo un grupo de personas metieron a la fuerza a una burra en el vehículo de Bizkaibus para llevarla, supuestamente, hasta San Juan de Gaztelugatxe”.
El autobús estaba estacionado fuera de su “parada habitual”, junto a un bar ubicado en San Pelaioko Bide Nagusia 50, según han explicado.
Haiekin añadía que “la burra pertenece a un ganadero del municipio que la saca todos los sábados para que las cuadrillas se ‘diviertan’ metiéndola en los bares y posteriormente subiéndola al autobús”.
Para esa asociación, “resulta lamentable que la diversión pase por acosar, agobiar y maltratar a un animal y es aún más preocupante que el conductor de un transporte público, financiado por toda la comunidad, se preste a tal comportamiento”.