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Los cuatro obuses retirados ayer de la playa de Laga no tenían carga

El arenal podría ocultar más proyectiles inertes de prácticas de lanzamiento de una empresa

Los cuatro obuses retirados ayer de la playa de Laga no tenían cargaI.Alberdi

Ibarrangelu - Los cuatro obuses hallados por unos bañistas el domingo en la playa de Laga, en Ibarrangelu, fueron retirados ayer sin consecuencias por los artificieros de la Ertzaintza. Eran cuatro granadas de mortero que la empresa Esperanza y Cía, ubicada en Markina-Xemein, arrojó entre los años 1960 y 1981 en el arenal, que utilizaba habitualmente como lugar para realizar prácticas de alcance de sus tubos de lanzamiento. "Utilizaban proyectiles inertes, sin carga", tranquilizó el alcalde ibarrangelutarra, Jesús Mari Ziluaga.

Es la cuarta vez que los artificieros han acudido a Laga a lo largo del año para realizar tareas similares y, conocida la antigua utilidad que la empresa de armas markinarra dio al arenal como banco de pruebas para sus morteros -un pleito del Ayuntamiento puso fin a estas prácticas- podría ser que aún hubiera más proyectiles ocultos bajo la arena. "Han aparecido en mayor número este año debido a que las fuertes resacas del último invierno se han llevado grandes cantidades de arena que las pueden dejar al descubierto", indicaron desde el Consistorio costero.

Los proyectiles fueron retirados a las 13.00 horas de ayer, aprovechando la primera bajamar diurna tras haber sido identificados el domingo a las 13.45 horas. Aunque el aviso a los artificieros indicaba que se trataba de cinco obuses, uno de ellos estaba prácticamente deshecho, por lo que no fue necesario su traslado a Berrozi, donde los otros cuatro proyectiles fueron almacenados. Todos ellos "rondaban los 45 centímetros de longitud y quince centímetros de diámetro y disponían de aletas estabilizadoras. Uno de ellos estaba seccionado", detallaron. Uno de los agentes de la unidad de desactivación de explosivos de la Ertzaintza desplazados hasta la zona explicó, asimismo, que "el agua del mar estropea este tipo de artefactos y que, aunque no hay motivo para la alarma, se trata de bombas, por lo que es conveniente que en caso de que se encuentre alguna más, no se manipule", advirtió.

Inmediatamente tras la retirada de las granadas de mortero, la zona oeste de la playa, que permanecía acordonada desde el domingo al aplicarse el pertinente protocolo de seguridad, fue reabierta al público.

El herido de Muskiz, en la UCI Por otro lado, el hombre que resultó herido anteayer en Muskiz al explotar el obús de la Guerra Civil que manipulaba en su caserío permanece aún en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital de Cruces. Alfredo Irusta, que como consecuencia de la deflagración ha perdido una pierna, acumulaba en su almacén entre 300 y 400 obuses del periodo comprendido entre 1936 y la caída del norte, que ya han sido trasladados a dependencias policiales por los responsables de la Ertzaintza.

Además de los hallados en estas últimas intervenciones, son ya 64 los artefactos militares desactivados a lo largo de este año por los artificieros de la Ertzaintza. En 2013, la Unidad de Desactivación de Explosivos cerró el año con un total de 79 artefactos de este tipo inutilizados, la mayoría de ellos procedentes de la Guerra Civil. "Estos proyectiles nunca han de ser manipulados por las personas que los encuentren, y se debe avisar inmediatamente a SOS Deiak 112", recordaron ayer desde la policía vasca.

De los 64 proyectiles hallados este año, 32 han aparecido en Bizkaia; 22, en Araba; y diez, en Gipuzkoa. Aunque suelen ser localizados en lugares donde se llevan a cabo movimiento de tierras, también los acumulan los coleccionistas que los buscan expresamente. "Nunca hay que manipular un proyectil, a pesar de que tenga un aspecto muy deteriorado. Los explosivos y las espoletas se mantienen activos durante muchos años y, además, con el tiempo se vuelven más inestables y peligrosos", recordaron.