BILBAO- El Juzgado de lo Penal número 2 de Santander ha condenado a tres años de prisión al instalador de una placa de cocina por la explosión e incendio del edificio Jai Alai de Laredo, donde seis vecinos perdieron la vida en la madrugada del 27 de julio de 2006. Cinco de ellos eran vizcainos, ya que se trata de un bloque de apartamentos donde muchos vascos tienen sus segundas viviendas y pisos de veraneo. Su compañero, acusado de cómplice, también ha sido condenado a once meses de prisión.

La sentencia considera probado que ambos acusados instalaron una placa de cocina sin tener una cualificación adecuada para ello. Además, tampoco eran instaladores autorizados, por lo que no tenían permitido poner esa placa que explotó esa misma madrugada matando a seis personas -vecinos de Bilbao y Getxo que llevaban muchos años veraneando en Laredo, y a una mujer boliviana que cuidaba a uno de ellos- e hiriendo a otras siete.

Según la sentencia, los detenidos, Alberto M.P. y su compañero Oscar B.P., instalaron una placa de cocina de gas natural, cuando el servicio de gas del edificio era de propano. Al abandonar el lugar, ambos aseguraron a los propietarios que volverían al día siguiente para cambiar los quemadores. Sin embargo, no advirtieron al matrimonio propietario de esa vivienda del peligro de esa instalación. Tampoco les advirtieron de que las llaves de paso debían estar cerradas ni se cercioraron de que por la unión realizada no se produjeran pérdidas de gas.

Horas más tarde de la instalación, y ya de madrugada, se produjo una explosión en la vivienda en el tramo instalado por los dos acusados como consecuencia de la pérdida continua de gas. El detonante del fuego fue un componente del frigorífico que, al ponerse en marcha, generó una chispa que provocó la explosión del gas que se había acumulado.

La sentencia, notificada ayer, condena a Alberto M.P. a tres años de prisión y a Oscar B.P. a once meses. Además, el juez les inhabilita como montadores e instaladores de electrodomésticos por cinco años para el principal acusado y por dos años y medio para su cómplice. Deberán indemnizar a las familias de los fallecidos, a los lesionados y a los afectados con un total de 1,8 millones de euros.

Los fallecidos fueron los bilbainos Jaime Bilbao, de 78 años; su mujer María Trinidad Landa, de 70 y su hija Ana María, de 37; Emilia Ballesteros, de 78 años y vecina de Getxo, y su cuidadora Elsa Taboada, de 43, y Reyes Barrera, también de Getxo de 40 años. - E. F. Domínguez