balmaseda - El robo de gasolina de los vehículos estacionados en un garaje de la avenida La Calzada de Balmaseda podría haber causado de manera accidental el incendio que obligó a desalojar a ochenta vecinos durante dos horas, según informó el departamento de Seguridad del Gobierno vasco. El fuego se habría originado al prender en el combustible una chispa del taladro que los presuntos ladrones emplearon para abrir los depósitos. Afortunadamente, todo quedó en un susto más allá de los desperfectos en cuatro coches y el traslado al hospital de una mujer de 90 años, atendida por inhalación de humo. "Hemos tenido suerte de que el vehículo que ha desatado el incendio estuviera solo, lo que impidió que las llamas se propagaran, y de que los servicios de emergencia han funcionado como un reloj: de forma rápida y eficaz", se felicitó el alcalde, Álvaro Parro.

Residentes en los cinco portales de La Calzada que se erigen sobre el garaje comunitario, se despertaron sobre las 7.15 horas sobresaltados por el olor, el denso humo que salía del aparcamiento y los golpes en la puerta de otros vecinos que avisaban de que algo grave sucedía. Josune y Jesús levantaron de la cama a sus tres hijos y corrieron a la calle con lo puesto. Desde allí presenciaron preocupados la evacuación de la señora que más tarde recibiría atención sanitaria. "Vive sola y estaba completamente dormida. Los bomberos han tenido que romper la ventana para poder sacarla", relataron.

Desconocidos

En medio del alboroto, otra vecina describió una escena que podría guardar relación con el foco del incendio: "Nos ha contado que su marido se ha encontrado con varias personas que no son residentes merodeando por el garaje cuando, de madrugada, iba a coger el coche para ir a trabajar", aseguraron.

El Ayuntamiento de Balmaseda abrió el polideportivo municipal, que se encuentra a escasos metros de la Avenida La Calzada, para los vecinos afectados, a los que ofreció mantas y bebidas calientes para combatir las bajas temperaturas. Sin embargo, Ira y Guillermo prefirieron esperar en la calle hasta las 9.30 horas. "Nos ha tranquilizado saber que las llamas no procedían de las viviendas", aseguraron antes de que les autorizaran a bajar al garaje.

Poco a poco, los coches de los dos pisos de aparcamiento fueron saliendo a la calle sin más daños que una capa de suciedad por la densa columna de humo provocada. Zaira condujo el suyo, también aliviada. Ella no respondió a las llamadas a la puerta, porque pensó que "era el cartero, como otras veces". Cuando notó el olor miró su teléfono móvil, repleto de mensajes de familiares y amigos que ya se habían enterado de la noticia. En cambio, Virginia se llevó una desagradable sorpresa al descubrir la tapa del depósito de su coche abierta. "Me han robado combustible, acababa de llenarlo y ahora está por la mitad", lamentó.

En este sentido, el alcalde de Balmaseda invitó a los residentes afectados a facilitar cualquier incidencia a la Ertzaintza y a sus seguros. Mientras, prosiguen las indagaciones policiales que deben arrojar luz sobre lo sucedido.