BILBAO. El Anboto se cobra otra vida. En la cara norte del emblemático monte del Duranguesado, fue hallado ayer al mediodía sin vida el montañero bilbaino de 46 años que desapareció el sábado tras salir de casa para subir al macizo rocoso.

Según han indicado fuentes del departamento de Interior, las alarmas saltaron sobre las seis y media de la tarde del sábado, cuando la familia del montañero alertó de su ausencia inesperada a esas horas. El bilbaino había tomado un autobús por la mañana para pasar el día en el entorno del Anboto. Era experto e iba bien equipado, pero no fue suficiente para evitar la tragedia.

SOS-Deiak movilizó los efectivos previstos para este tipo de casos después de comprobar que el desaparecido no contestaba las llamadas a su móvil. Un técnico de Atención de Emergencias coordinó entonces la búsqueda en la que participaron efectivos del grupo de Montaña de la Ertzaintza que, aunque prolongaron la búsqueda hasta bien entrada la noche, no pudieron dar con él. El operativo se dio por finalizado sobre la una y media de la madrugada.

A primera hora de la mañana de ayer, y con una intensa niebla, se reanudaba el dispositivo de búsqueda al que se unían miembros de la Federación Vasca de Montaña junto a agentes de rescate de Mugikorra de la Ertzaintza. La niebla presente fue la que impidió que el helicóptero de la Policía Vasca pudiera apoyar el dispositivo desde el aire. Los grupos coordinados batieron toda la zona en torno la pelado monte tanto por su cara sur como por la norte. Fue uno de estos grupos, formado por los mendigoizales de la Federación los que sobre las 12.30 horas divisaban el cuerpo del desaparecido en una zona escarpada y de muy difícil acceso de la cara norte del norte del monte Al parecer y por circunstancias sin determinar el montañero bilbaino habría perdido pie y sufrido una caída hasta el fondo de la sima a resultas de la cual había fallecido como consecuencia de las lesiones sufridas.

Fuentes de Interior especificaron que el rescate fue imposible con el helicóptero tanto por la escasa visibilidad como por el hecho de que el lugar donde se hallaba el cuerpo era abrupto y escarpado.

Por ello, se tuvieron que desplazar hasta el lugar del trágico suceso, efectivos especializados en montaña de la Brigada Móvil de la Ertzaintza. Sobre las tres de la tarde y después de obtener el permiso judicial para levantar el cuerpo, se procedió a la recuperación del cadáver mediante unas cuerdas. Unas labores que poco después eran apoyadas por uno de dos helicópteros de la Policía vasca al mejorar las condiciones para su intervención.

Pasadas las cuatro y media de la tarde, la aeronave tomaba tierra en la comisaría de Durango, desde donde el fallecido ha sido trasladado al Servicio de Patología Forense de Bilbao para practicarle la autopsia.