Bilbao. El Juzgado de Instrucción número 8 de Bilbao ha decretado dos órdenes de alejamiento para César S. G., el profesor del colegio Goikolanda de Erandio detenido el pasado mes de enero como presunto autor de abusos sexuales y tocamientos a varios de sus alumnos menores de edad. Ambas órdenes dictadas por el juzgado de Bilbao prohíben al acusado acercarse a menos de 500 metros tanto del colegio como de las siete presuntas víctimas. El detenido por la Ertzain-tza como principal sospechoso de los posibles abusos se encuentra en libertad acusado de un delito contra la libertad sexual a la espera de la celebración del juicio.

El 23 de marzo, el Juzgado de Instrucción número 8 de Bilbao dictó la primera de las dos órdenes de alejamiento. El juez prohibió entonces a César acercarse a menos de 500 metros al centro en el que trabajó durante tres cursos como profesor. Un mes más tarde, concretamente este pasado miércoles, el mismo Juzgado dictó otra orden de alejamiento contra el acusado. En esta ocasión, el juez le prohíbe acercarse a menos de 500 metros a los siete menores de los que presuntamente abusó. Las dos órdenes de alejamiento serán efectivas mientras perdure la instrucción de la causa; esto es, mientras la investigación sobre el caso continúe abierta. Después, la decisión del juzgado podrá ser prorrogada o revocada.

Las pruebas La Ertzaintza aprovechó las vacaciones de Navidad para ponerse en contacto con la dirección del centro y, tras obtener el pertinente permiso judicial, colocar un sistema de videovigilancia que permitió hallar pruebas contra el sospechoso. Según ha podido saber este periódico, en la grabación no se ven "actos explícitos" de violencia sexual contra los niños. No obstante, las imágenes fueron suficientes para proceder a la inmediata detención del profesor el primer día de clase después de las navidades.

César S. G., de 46 años, ejercía de profesor del colegio Goikolanda en el que estudian algo más de 200 alumnos de entre 2 y 12 años. Es además vecino de la localidad, ya que reside en el barrio de Altzaga. Sin embargo, desde su puesta en libertad, apenas se ha dejado ver por la calle. El acusado lleva vinculado cerca de 18 años con la enseñanza y con centros educativos en los que desarrolló diversas labores. Durante años, dio clases particulares en su localidad y llevaba en torno a dos años trabajando en Goikolanda donde, antes de su detención, era encargado del comedor y maestro de apoyo para los alumnos de primero de Primaria. Es muy conocido tanto en el colegio como en la localidad y calificado por progenitores, compañeros y vecinos como un hombre "amable, cariñoso y risueño". Los padres de un menor de cinco años, presunta víctima de uno de los abusos sexuales, fueron quienes interpusieron la denuncia que dio pie a la investigación.