Mito o Realidad: ¿El caldo de pollo ayuda a curar la gripe?
El popular remedio casero lleva cientos de años acudiendo al rescate en momentos de enfermedad
Durante generaciones, se ha recomendado el caldo de pollo para sobrellevar la gripe. Lo que parecía un mito transmitido por tradición oral tiene en realidad fundamentos científicos que explican por qué este plato caliente puede ser un aliado frente a los síntomas. El médico e influencer @pologuerrero.med lo resume de manera clara en un video que se ha hecho viral: “¿Por qué el caldo de pollo te cura una gripa? Todo inicia con el tema del gusto”.
Cuando una persona enferma pierde el apetito, resulta difícil consumir alimentos sólidos o pesados. Ahí entra en juego el sabor del caldo. “El caldo de pollo tiene un sabor conocido como umami, lo cual lo hace poco agresivo hacia las papilas gustativas”, explica el especialista. Ese carácter neutro y agradable facilita que incluso quienes están debilitados puedan ingerirlo. Además, no se trata solo de pollo: “Le puedes poner una gran cantidad de verduras, calabaza, zanahoria, papa, cebolla, repollo…”, añade, lo que significa una fuente extra de vitaminas y minerales necesarios para recuperar fuerzas.
El pollo, por su parte, es una proteína magra de fácil digestión. “El pollo tiene una muy buena cantidad de proteína, lo cual nos ayuda a recuperar un poco más la energía”, recalca el influencer. Esa aportación energética es esencial en un organismo que lucha contra un virus, ya que la fiebre y el malestar general consumen muchas reservas.
La hidratación es la clave
Pero el verdadero beneficio del caldo está en el líquido. La gripe genera deshidratación debido a la fiebre, la sudoración y la mucosidad. “La intención de todo esto es el caldito, que está recuperando tu nivel de hidratación”, apunta @pologuerrero.med. Con un poco de sal, además, ayuda a reponer electrolitos y a mantener el equilibrio de líquidos en el organismo.
El calor del caldo cumple otra función añadida: aliviar la congestión nasal. “La temperatura del caldo de pollo, junto con algunas cosas como la pimienta, el ajo o la cebolla, sí apoyan a que los mocos se hagan un poquito más ligeros, lo que hace mucho más sencillo que los puedas sacar”, señala el médico. No es casualidad que los vahos o infusiones calientes sean también remedios habituales: el vapor y el calor fluidifican las secreciones y facilitan la respiración.
La clave de mantenerse sano
Ahora bien, conviene matizar: el caldo de pollo no cura la gripe. La infección está causada por un virus, y el organismo necesita tiempo y descanso para eliminarlo. Los fármacos pueden ayudar a controlar la fiebre o el dolor, pero ningún alimento elimina el virus. Lo que sí consigue el caldo es aliviar los síntomas, mejorar el confort y apoyar la recuperación.
De hecho, nutricionistas señalan que una dieta equilibrada durante la enfermedad es fundamental. El caldo es solo una parte de la estrategia: descansar, mantenerse hidratado, tomar alimentos ricos en vitamina C y zinc, y consultar al médico si los síntomas se agravan siguen siendo pasos imprescindibles.
En conclusión, más que un mito sin fundamento, el caldo de pollo es un remedio casero con una base científica comprobada. La hidratación, los nutrientes, el efecto descongestivo del vapor y la facilidad de consumo lo convierten en un aliado real contra los síntomas.