Utilizar lentes de contacto de colores para conseguir un color de ojos diferente es un complemento cada vez más empleado en Carnaval, sin embargo, conviene recordar que gran parte de las contaminaciones oculares ocurren precisamente en usuarios puntuales que hacen un uso esporádico de este tipo de lentillas y que desconocen por tanto los riesgos de su uso. Según indican expertos del Instituto Clínico Quirúrgico de Oftalmología (ICQO) “ese desconocimiento puede provocar infecciones en la córnea, inflamación y, en los casos más graves, incluso pérdida de la visión”.
En general, las lentes de contacto requieren de una serie de cuidados. Gestos como bañarse o ducharse con las lentes de contacto puestas, dormir con ellas, usar agua para limpiarlas o guardarlas, utilizar durante demasiado tiempo el estuche portalentillas o usar lentes de contacto caducadas, puede resultar peligroso. Lo habitual es que el usuario de las lentes por problemas de visión conozca estos errores que el usuario esporádico suele desconocer. A ello hay que unir el hecho de que muchas de esas personas las compran por internet, sin el consejo de un profesional médico que le informe sobe la lentilla que más conviene a cada usuario y las pautas de utilización. “Las lentes cosméticas exigen el mismo nivel de atención. El problema es que hay quien las vende y las usa como si fuesen cosméticos y no lo son”, explica la oftalmopediatra Nagore Urrestarazu.
Los síntomas de las infecciones relacionadas con las lentes de contacto suelen ser visión borrosa, enrojecimiento del ojo, dolor, sensibilidad a la luz y ojo seco.
Cuidado con el maquillaje
El uso de maquillaje en portadores de lentes de contacto puede acarrear síntomas como el ojo seco y molestias mientras se llevan puestas. Los cosméticos tienen facilidad para adherirse a la superficie de las lentillas. “Tal es el peligro, que el contacto de los productos desmaquillantes con las lentes de contacto durante la retirada de los cosméticos puede llegar a deformar las lentillas blandas aumentando su curvatura, y esto conduce a malestar por la mala adaptación al ojo”, expone Nagore Urrestarazu. En este sentido, “es importante retirar las lentillas antes de desmaquillarse y manipularlas con las manos limpias, sin restos de cremas hidratantes”. Los daños pueden ir desde la simple irritación hasta un daño mecánico por traumatismo directo de la córnea, pasando por infecciones motivadas por la contaminación de los cosméticos. La lista de los posibles riesgos continúa con alergias, intoxicación por metales pesados, alteración en la calidad de la lágrima y otros problemas derivados del uso de extensiones de pestañas.