La ruta clásica al Ganekogorta, que conecta Pagasarri, Lapurzulogana, Ganekondo y Biderdi, se ha convertido en un imprescindible para quienes disfrutan del senderismo en la zona sur de Bilbao. Con una distancia de unos 13,6 km y un desnivel acumulado de 845 m, esta senda circular ofrece caminos bien señalizados, vistas panorámicas sobre el Gorbea, el Duranguesado y buena parte de Bizkaia, y un entorno ideal para los amantes del aire libre.

Así es la ruta clásica al Ganekogorta

El macizo del Ganekogorta, al sur de Bilbao, es un pequeño sistema montañoso que alcanza casi el millar de metros en su punto más alto y que ofrece un sinfín de posibilidades de ascensión. Su cima principal se levanta como una gran loma redondeada que impresiona especialmente desde Alonsotegi, mientras que por el sur cae en un barranco vertical hacia Okondo, Zollo y Llodio.

La ruta clásica parte desde Sodupe o desde el aparcamiento de Igertu, donde se puede evitar el asfalto y comenzar directamente por el conocido camino viejo al Pagasarri, una subida exigente pero de gran belleza que atraviesa bosques y una pendiente conocida como “la cuesta del silencio” porque es muy difícil hablar mientras se sube.

Tras coronar el Pagasarri, uno de los montes más visitados por los bilbainos gracias a sus vistas sobre la ciudad, se continúa por la cresta que enlaza cimas intermedias como Lapurzulo y Ganekondo. Desde ahí, un sendero claro conduce al Ganekogorta, la cima más elevada del macizo, cuya prominencia superior a 700 metros regala panorámicas espectaculares que alcanzan kilómetros a la redonda. El descenso habitual se realiza por el cordal hacia el Biderdi, una cima secundaria pero muy bonita antes de regresar al punto de partida por el camino nuevo, más cómodo y menos embarrado.

Una ruta conocida

El influencer de montaña @albertoak_ lo contaba en su reel con tono cercano: “¡Aupa, mendizales! Hoy madrugamos para pillar el tren a Sodupe y desde ahí subir Gallarraga y Ganekogorta para acabar en Bilbo”. Durante el camino, señalaba cómo “este caballo se preguntaba a ver dónde iban estos locos” o cómo un tramo nevado hacía la travesía aún más especial: “Si esta zona ya es bonita de por sí, con nieve, es una pasada”.

Al llegar a la cumbre principal del cordal, con sus 999 metros de altitud, bromeó: “Alguien le puso la altura como los profesores que ponían el 4,9... pero si te subes a la base, son 1.000”. La recompensa llegó tras el esfuerzo: un merecido descanso en Pagasarri para disfrutar de “un pincho de tortilla y un pincho de chorizo justo antes de que cerraran”

La historia de los montes bocineros

El Ganekogorta es mucho más que un monte. Fue uno de los llamados históricos montes bocineros, desde donde antiguamente se convocaban las Juntas Generales de Bizkaia, lo que añade un valor cultural a su importancia natural.

Desde tiempos medievales, los llamados montes bocineros han formado parte del imaginario vizcaino. Realmente existen, no son una leyenda sin base. Se trata de cinco cimas destacadas, entre ellas la del cordal que incluye al Ganekogorta, desde donde se convocaban las Juntas Generales del Señorío de Bizkaia mediante señales sonoras con cuernos y luminosas con hogueras que podían verse desde las merindades más lejanas del territorio. Aunque apenas se conserva documentación anterior al siglo XVIII, parece que ya en el siglo XIV se hacían estas convocatorias.

Ganekogorta nevado Mendiak.net

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En definitiva, esta montaña no solo ofrece un recorrido espectacular para los amantes del senderismo, sino que también guarda en sus laderas y cimas una fuerte carga simbólica. Caminar hasta lo alto del Ganekogorta significa disfrutar de la naturaleza, escapar del ruido de la ciudad y, al mismo tiempo, conectar con una tradición histórica que recuerda la importancia de estos paisajes en el pasado de Bizkaia.

La ruta exige preparación media, pero recompensa con panorámicas espectaculares del Gorbea y de Bizkaia y sus alrededores. Por eso muchos la consideran un clásico del montañismo vasco.