Situada en la provincia de Ciudad Real, en el centro de la Comunidad Castellano Manchega, la villa de Socuéllamos propone al visitante un mar de viñas para disfrutar del turismo enológico y una vasta extensión de amapolas en flor con la llegada de la primavera tan atrayente como las más conocidas floraciones de los almendros del Jerte y los campos de lavanda de Brihuega.
Socuéllamos se ubica en una llanura que forma parte de la comarca de La Mancha, ofreciendo un entorno natural caracterizado por vastos campos de cultivo, principalmente de viñedos, que definen su paisaje. Especialmente atrayente resulta en primavera, con la floración de sus amapolas en sus campos abiertos y que, sumadas a la tranquilidad del entorno, brinda una experiencia inolvidable.
Socuéllamos cuenta con una rica tradición vitivinícola con origen en el siglo I a. C. Desde entonces, el cultivo de la vid y la elaboración del vino han dotado a estas tierras de un legado que refleja la vida del municipio, su cultura y paisaje. Cuenta con actividades ligadas al vino a lo largo de todo el año, visitas incluidas.
Además, oferta actividades al aire libre como senderismo por caminos, cañadas reales y veredas, paseos en bicicleta y observación de aves. Y conviene no olvidar los monumentos que acoge, de la iglesia de Nª Sª de la Asunción, de estilo gótico–mudéjar y con una torre imponente, a la Casa de la Encomienda, el antiguo Ayuntamiento, su puente romano, el edificio Loreto o sus típicos chozos de piedra seca.