El río Arlanza ha modelado el paisaje de la comarca burgalesa homónima desde tiempos inmemoriales, enriqueciéndose con las aportaciones de romanos, visigodos, musulmanes y castellanos. El valle ofrece yacimientos, monasterios, conjuntos rurales y villas ducales como Lerma.

Este valle burgalés, que se extiende entre la Ribera del Duero y la capital, nace en Fuente Sanza, en tierras pinariegas, muy cerca de Quintanar de la Sierra, y siguiendo el trazado del río llega hasta el oeste, hasta que sus aguas se juntan con las del Arlanzón. El visitante podrá disfrutar del espacio natural de La Yecla y los Sabinares, y descubrir la habitual vegetación ribereña, acompañada de bosques de quejigos, encinas, sabinas y hasta viñedos, antes de que lleguen los páramos castellanos.

El río y su red de afluentes, entre los que destaca el río Mataviejas, riegan lugares donde una intensa actividad histórica ha dejado un interesante patrimonio artístico y cultural. En el valle se pueden encontrar desde yacimientos romanos como los de Tordomar o Solarana, que demuestran que el territorio fue nudo de comunicaciones en la época romana, hasta importantes monasterios como los de San Pedro de Cardeña o Villamayor de los Montes.

Villa ducal

Destacan también en él conjuntos rurales singulares como Puentedura, con un magnífico puente romano de siete ojos y casas que todavía conservan su antiguo entramado de vigas de madera, o Santa María del Campo con su esbelta iglesia, uno de los monumentos religiosos más importantes de Burgos.

Y cualquier paseo debe incluir conocer la villa de Lerma, que ofrece un excepcional conjunto monumental con el Palacio Ducal al frente. Este dispone de un patio central rodeado de galerías columnadas, fachada principal con recios sillares y cuatro torreones rematados por capiteles en las esquinas.

Además, Lerma ofrece visitas guiadas al monasterio de San Blas, el pasadizo del Duque, su puente y casas medievales, el Arco de la Cárcel o los conventos de Santa Teresa y Santo Domingo. Y para reponer fuerzas, la combinación perfecta está en la mezcla de sus vinos con lechazo asado en horno de leña.