HAY gente que ha descubierto Ucero, pequeña localidad de Soria, como uno de los escenarios más escalofriantes y lúgubres de Las madres, la última y ya exitosa novela de Carmen Mola. Pero este enclave de Castilla y León es mucho más, ya que se considera la puerta de acceso al Cañón del Río Lobos, espacio de gran encanto paisajístico y reserva natural ideal para los aficionados al senderismo. Incluye también la ermita templaria de San Bartolomé.

Adscrito al partido judicial de El Burgo de Osma, Ucero es la puerta de entrada al parque natural del Cañón del Río Lobos, un espacio natural protegido de Castilla y León que abarca una superficie de más de 10.000 hectáreas, de las cuales aproximadamente un tercio corresponde al sudeste de la provincia de Burgos y el resto al noroeste de la provincia de Soria.

La imagen evidencia la riqueza natural del río y su cañón Junta de Castilla y León

Cañón de piedra caliza formado por la erosión del río Lobos, es una magnífica reserva natural con espectaculares paisajes esculpidos a lo largo del tiempo por las aguas. Es conocido sobre todo por sus rutas de senderismo, por la esotérica ermita templaria de San Bartolomé, y por su importante colonia de buitres leonados.

El cañón, que se puede visitar de manera libre aunque existen cuatro zonas de reserva con acceso limitado a grupos de una veintena de personas en determinadas épocas del año, cuenta con tres entradas, desde Hontoria del Pinar, el puente de los Siete Ojos y ya en las inmediaciones de Ucero.

Desde esta última localidad se accede a la parte baja del cañón, donde se presentan los paisajes más espectaculares y se concentran las zonas más visitadas. Y no hay que preocuparse por el agua, ya que cuenta con fuentes y bares y restaurantes en los pueblos cercanos.

Senderismo

En toda la extensión del parque existen diversos senderos bien señalizados que permiten conocer múltiples paisajes y ecosistemas, desde un corto paseo a la ermita templaria hasta rutas para recorrer el cañón en toda su extensión. Por lo general, los caminos ofrecen poca dificultad, a excepción de los pasos del río y algún que otro tramo pedregoso o erosionado por las crecidas. Mayormente se transita por terreno llano, siguiendo el curso del río, pero en las sendas circulares se remontan las laderas del cañón con subidas empinadas.

Además, en la Casa del Parque de Ucero existe un completo centro de interpretación de la naturaleza con una moderna y muy didáctica exposición sobre los paisajes y ecosistemas. Sus responsables hablan del otoño como “la época más popular para visitar el parque” aunque destacan también la primavera, ya que mayo y junio, “la estación llega tarde” y el paisaje está todavía “verde, florido y con agua”.