Los líderes del G7 anunciaron ayer nuevas sanciones para hacer pagar a Rusia por la guerra en Ucrania y reafirmaron su compromiso de ayudar a Kiev “el tiempo necesario”. El G7 desveló esa posición en un comunicado conjunto al término de una reunión a puerta cerrada sobre Ucrania, que se celebró en el primer día de la cumbre de mandatarios en Hiroshima. “Estamos imponiendo más sanciones y medidas para aumentar el coste para Rusia y para aquellos que apoyan su esfuerzo bélico”, dijeron los líderes en su comunicado, en el que también renovaron su compromiso para apoyar a Ucrania a nivel financiero, humanitario, militar y diplomático.

El G7 detalló algunas de sus “sanciones coordinadas” y otras medidas económicas para cortar las vías de financiación de Moscú y su uso de productos y materiales que puedan emplearse en la industria militar, entre las que destacan restricciones a “nuevos sectores clave” como el de la construcción, el transporte y los negocios.

Las nuevas medidas tratarán de evitar que Rusia eluda las sanciones vigentes, lo que comprende trabajar con terceros países “a través de los cuales los bienes, servicios y tecnologías restringidos por el G7 pueden ser suministrados” a Moscú. El G7 busca cortar el acceso de Moscú al sistema financiero internacional y “limitar sus ingresos energéticos y futuras capacidades de extracción”, según el comunicado. Destacaron asimismo su voluntad de continuar reduciendo su dependencia de la energía rusa y de otras materias primas, y de reducir los ingresos que Rusia obtiene del comercio de diamantes.

A la cabeza de las sanciones

Pese a que el G7 quiere mostrar unidad, tres de los países del grupo (Estados Unidos, Canadá y el Reino Unido) han liderado esta nueva ola de sanciones, mientras que otros tres (Italia, Alemania, Francia) anunciarán próximamente un nuevo paquete acordado dentro de la Unión Europea.

En línea con esta declaración conjunta, Japón tiene previsto también ampliar su listado de empresas y particulares sancionados con actores de los sectores de la construcción y la manufactura industrial.

En concreto, según adelantó a la prensa un alto funcionario estadounidense, Estados Unidos incluirá a 70 entidades de Rusia y otros países en una “lista negra” del Departamento de Comercio para evitar que reciban exportaciones estadounidenses.

Además, el Ejecutivo estadounidense impondrá 300 nuevas sanciones contra individuos, entidades, barcos y aviones que están ayudando a Rusia a evadir las sanciones impuestas por Occidente por la guerra en Ucrania o que contribuyen a financiar el conflicto, por ejemplo mediante la compra de recursos energéticos. Por su parte, Reino Unido anunció que prohibirá las exportaciones de diamantes de Rusia y vetará las importaciones de cobre, aluminio y níquel de origen ruso.

Según informó Downing Street en un comunicado, las nuevas restricciones económicas afectarán a 86 individuos y empresas vinculadas al complejo industrial ruso y otros sectores claves para la economía de Rusia, como la energía, los metales y el transporte por barco.

Asimismo, Canadá tiene previsto anunciar sanciones contra 17 individuos y 18 compañías rusas que proporcionan al Kremlin tecnología para uso militar, detalló a la cadena CBC un funcionario canadiense, quien adelantó que habrá sanciones también contra 30 individuos por violaciones de los derechos humanos.