BOCATA di Cardinale! Como si de rabas y chopitos se tratasen, los insectos con chocolate han llegado a Euskadi de la mano de Patricia Draghici y Ander Méndez, que junto con Lucía Dueñas, venden estos insólitos productos a través de la empresa Khao Thai. Los tres jóvenes, de entre 22 y 25 años, se encargan de la gestión de la página web, desde donde se distribuyen las bolsitas de estos exóticos bocados para atreverse a experimentar, comer misterio y saborear veneno. Aunque parezcan conguitos, no se llamen a engaño. Los escorpiones con chocolate negro tienen el sabor más atrevido y se parecen a almendras tostadas. Se recomiendan maridar con vino tinto. Los gusanos de chocolate con leche son los más crujientes y los de sabor más neutro. La cerveza les va fenomenal. Los saltamontes bañados en chocolate blanco saben a nuez asada y el vino blanco les viene genial.
Tras el impacto inicial, “hay personas que según los ven quieren probarlos porque les parece muy exótico y les apetece hincarle el diente. Pero también están a los que les da grima y se echan para atrás. Desde luego, las reacciones son muy dispares pero no dejan indiferente a nadie”, explica Ander, añadiendo que el escorpión es el que tiene más éxito.
Ricos en proteínas, vitaminas y micronutrientes, estos tres chavales pretenden poner de moda estos bichejos. Un proyecto de Patricia, Ander y Lucía que estudiaron en la UPV/EHU y tras graduarse comenzaron a desarrollar sus ideas en Zitek, un programa de apoyo al emprendimiento. Un viaje a Tailandia les unió y les animó a crear Khao Thai, que significa Añoro Tailandia. “Nosotros probamos los insectos allí, en los mercados callejeros que tienen un impresionante abanico de productos de lo más variopinto y extraño a ojos de los occidentales. Al principio nos resistimos, pero al final los probamos y así fue como los descubrimos”. “Como nos encantó la zona y su gastronomía, decidimos traer lo más exótico de ese país que son los insectos”, explica Patricia Draghici, graduada en Publicidad y Relaciones Públicas.
Los insectos llegan directamente desde Tailandia en avión, envasados y preparados “porque le damos mucha importancia a la denominación de origen”. “Lo que queremos es transmitir a las personas la experiencia que vivimos en esa cultura tan exótica y la respuesta en las catas entre amigos y familiares, ha sido bastante buena aunque obviamente ha habido de todo”, indica Patricia. Los escorpiones, gusanos y saltamontes se comercializan en paquetes que tienen entre ocho y diez gramos. ¿Y el precio? “Nos parece que a una experiencia tan exótica y única, no se le puede poner un precio pero se pueden adquirir por menos de quince euros”, especifica.
Ander, por su parte, indica que “vienen deshidratados, hay que tener cuidado para que no se rompan, pero no necesitan ninguna conservación especial ni ninguna regulación de temperatura y la caducidad es bastante larga”, añade este licenciado en Ingeniería y gastrónomo especializado en cosas extrañas.