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50 aniversario de la muerte de Franco

La inestabilidad política, social y laboral acompañó sus días finales

Los últimos fusilamientos, las protestas ciudadanas y la Marcha Verde marcan la decadencia del régimen

La inestabilidad política, social y laboral acompañó sus días finalesDEIA

La frágil salud que caracterizó los últimos días de Franco tuvo su equivalente en las tensiones que, en paralelo, atenazaban al franquismo, sumido en una profunda crisis económica; viendo crecer el descontento social con huelgas y protestas en las universidades; aislado internacionalmente tras sus últimas ejecuciones y al borde de una guerra no deseada por la presión de Marruecos para hacerse con el Sáhara.

Menos de un mes antes de fallecer Franco, la dictadura dejó la peor de las herencias con las cinco ejecuciones que llevó a cabo el 27 de septiembre de 1975 de tres miembros del Frente Patriota Revolucionario Antifascista (FRAP) –José Humberto Baena, José Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz– y de los miembros de ETA Juan Paredes Manot Txiki y Ángel Otaegi. La presión social para evitarlo fue masiva y alcanzó el plano internacional. El papa Pablo VI telefoneó a El Pardo para pedir clemencia pero Franco no contestó: esa noche pidió que no le despertaran y dormía plácidamente.

Panfleto que denunciaba las últimas ejecuciones de Franco.

La situación económica y social era también un polvorín y, cuando a mediados de noviembre Franco ya estaba ingresado en el hospital de La Paz, el Consejo de Ministros aprobó un paquete de medidas de austeridad económica –el segundo desde abril– porque el modelo del desarrollismo, que había impulsado el denominado milagro económico español desde 1959, agonizaba junto al dictador. 

Ciudadanos marroquíes en la Marcha Verde sobre el Sáhara.

Represión sanguinaria

Las reivindicaciones laborales continuaron tras la muerte de Franco –aún no existía derecho de huelga, manifestación o reunión– con protestas que fueron reprimidas de forma sanguinaria. Así ocurrió el 3 de marzo de 1976 en Gasteiz, donde cinco personas murieron por disparos de la Policía Armada y más de un centenar fueron heridas durante el desalojo de una iglesia en la que se celebraba una asamblea de trabajadores en huelga.

Los restos de Franco estuvieron en Cuelgamuros hasta 2019.

Sus últimos días también coincidieron con el anuncio, el 16 de octubre por el rey Hassan II de Marruecos, de la Marcha Verde sobre el Sáhara , la movilización de miles de ciudadanos marroquíes que precipitó la retirada de España de la que era su colonia. Franco falleció seis días después de los Acuerdos Tripartitos de Madrid por los que se entregó la administración del Sáhara y fue enterrado en el Valle de los Caídos.