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Pradales blinda la estabilidad del Gobierno por encima de las diferencias de PNV y PSE

Exige a Feijóo que escoja entre la moderación o el “entzun, pim, pam, pum”

Pradales blinda la estabilidad del Gobierno por encima de las diferencias de PNV y PSEEfe

El Gobierno vasco de coalición entre PNV y PSE, con el lehendakari Pradales al frente, mantiene su propósito de abstraerse y permanecer ajeno a las discrepancias que surgen de manera periódica entre ambos partidos, y que esta vez han vuelto a manifestarse con motivo del blindaje del euskera como requisito en las ofertas públicas de empleo. La consigna desde el inicio de la legislatura ha sido centrarse en la puesta en marcha de las iniciativas del programa, y que las diferencias entre ambos partidos no afecten a las relaciones en el Consejo de Gobierno. Pradales renovó este miércoles ese llamamiento en Madrid, en el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum. En ese marco, trató de zanjar el asunto recordando que es el lehendakari del Gobierno, que la coalición “funciona y funciona bien”, y que el Ejecutivo está focalizado en dar respuesta a las demandas de la sociedad vasca. “No nos tenemos que despistar”, añadió, al mismo tiempo en que llamó a “cuidar el valor intangible de la estabilidad”, “blindar la estabilidad que hoy tenemos, porque es mucho más lo que nos une que lo que nos separa”. 

Pradales se expresó de esta forma cuando le preguntaron por las últimas declaraciones del secretario general del PSE, Eneko Andueza, quien ha avisado de que la coalición estará “en riesgo” si el PNV sigue buscando acuerdos con EH Bildu. En realidad, el PNV mantiene conversaciones con el PSE desde el 14 de mayo como mínimo para tratar de blindar de manera conjunta el euskera en las OPE, y los jeltzales presentaron su propuesta en primer lugar a sus socios de coalición aunque EH Bildu parezca el camino más corto. Pero, ante un PSE que ni siquiera tiene claro que haya razones de peso para reformar la ley, el PNV presentó su propuesta en solitario y recibió los votos a favor de EH Bildu para iniciar su tramitación en el Parlamento. Aitor Esteban lamentó que Andueza esté generando “tensión” con sus declaraciones. En paralelo, se mantiene otro desencuentro ya conocido: el PNV registró este mismo miércoles en el Parlamento una enmienda en solitario para solicitar la paralización del macrocentro de refugiados que quiere abrir el Estado en Gasteiz.

Esta discrepancia, que no es nueva, ha tenido proyección en algunos medios de comunicación. En otros debates, desde EH Bildu o el PP llevan meses subrayando las diferencias, como si se tratara de un gobierno de conveniencia o inoperante. De hecho, a Pradales le preguntaron en Madrid si hay “terceros” tratando de forzar un desencuentro entre ambos partidos, y Pradales respondió que sí, que es “obvio que hay intereses de terceros que no comparten la política de alianzas y van a intentar debilitarla”. El lehendakari reivindicó de nuevo que las coincidencias son mayores que las discrepancias, e incluso añadió la posibilidad de “pactar el disenso”, una idea que también ha deslizado en los últimos tiempos el PNV sobre el euskera, aunque no da por perdido el acuerdo. Está por ver si PNV y PSE son capaces de encapsular sus desencuentros como discrepancias pactadas, una fórmula que, por otra parte, no es nueva porque es la que se ha empleado para darse libertad de voto sobre el nuevo estatus de autogobierno en las últimas legislaturas.

El vicelehendakari segundo, el socialista Mikel Torres, confirmó después en sus redes sociales el “buen clima de trabajo”, y cree que Pradales “ha acotado a la perfección las prioridades respecto a la estabilidad”. Lo ve compatible con que el PSE pueda disentir sobre el euskera. Sí criticó, en cambio, que el consejero Bingen Zupiria diga que Andueza incomoda a los consejeros del PSE.

Que Sánchez cumpla lo pactado

En cuanto a la situación del Gobierno español, Pradales apostó por la estabilidad, pero no a cualquier precio, sino en base a que Pedro Sánchez cumpla los acuerdos. No caben “excusas” ni aceptar transferencias de competencias “vacías”. Y, más allá de lo que concierne a la actitud del PSOE, admitió la “evidente frustración” que le causa la falta de respuesta del ministerio de Sanidad que dirige Sumar a todas sus propuestas para aliviar la escasez de médicos o corregir el porcentaje desproporcionado que aporta la CAV al fondo para atender pacientes fuera de sus territorios. Si se mantiene la desatención, “no nos va a quedar otra que elevar el diapasón”. 

En cualquier caso, admitió que el PP de Alberto Núñez Feijóo “tiene que elegir entre moderación o el entzun, pim, pam, pum” de Isabel Díaz Ayuso, y avisó de que, “cuanto más se aleje de la moderación, más se alejará de La Moncloa”. En términos más generales, volvió a hacer una reflexión sobre la “polarización” en el Estado y la forma en que “se ha normalizado el garrotazo” en el Congreso, y contrapuso el “espíritu de pacto” del Gobierno vasco.

Antes de que la consejera Ubarretxena entregara al ministro Torres los diez documentos para el cierre total del Estatuto de Gernika, el lehendakari Pradales había dejado clara por la mañana la relevancia que concede la parte vasca al cumplimiento de los acuerdos. Recordó que el presidente Sánchez debe transferir todas las materias antes del 31 de diciembre de este año, queda poco tiempo, y es el momento de “lograr resultados”. “El compromiso adquirido es muy claro, no caben excusas y no podemos ni vamos a aceptar competencias vacías”, avisó. Este viernes tendrá lugar una nueva reunión bilateral entre ambos gobiernos para tratar las competencias, y el próximo mes de enero “será el momento del balance”. “Será el momento de que realicemos entre todos la evaluación y se analice el grado de cumplimiento de la palabra dada, pero que también se mire al futuro, porque nuestro programa de gobierno recoge el compromiso de impulsar un nuevo pacto estatutario. Necesitamos nuevas capacidades políticas que nos ayuden a responder a los retos de una Euskadi distinta”, dijo, en referencia al envejecimiento, la migración o la entrada en la Unión Europea, que no era una realidad cuando se aprobó el Estatuto de Gernika. Pradales defendió una relación de bilateralidad efectiva con el Estado, un sistema de garantías, y un acuerdo sobre la base de los derechos históricos y “el respeto a la voluntad del pueblo vasco”.

Madrid "drena" recursos

Se preguntó por qué no va a ser posible un acuerdo sobre el autogobierno si ya lo hubo sobre el Estatuto de Gernika y la recuperación del Concierto Económico en pleno ruido de sables, con ETA activa y con una crisis industrial. Avisó, además, del peligro de la recentralización y de Madrid como capital total que drena recursos (el 67% de la inversión extranjera), una tendencia que va a traer más “tensiones” en el Estado como ya se ha visto con la distribución de los menores migrantes. Sobre el cumplimiento del Estatuto vigente, destacó las ocho transferencias pactadas en 12 meses de legislatura vasca, aunque admitió que queda un bloque complejo, en referencia a la gestión del régimen económico de la Seguridad Social, los puertos y aeropuertos; y el crédito, la banca y los seguros. Van a surgir “problemas”, pero él va a “persistir”.