En las próximas semanas, la negociación de las 29 transferencias pendientes que recoge el Estatuto de Gernika debería alcanzar una velocidad de crucero con la convocatoria de la Comisión Permanente que abordará todo el proceso. Será un paso histórico, pero no por ello han terminado las turbulencias que han generado sobre todo a nivel político las declaraciones de los portavoces socialistas, ni se han aplacado ciertas reservas del Ejecutivo español a ceder las competencias que tienen un valor estratégico para el Estado, aunque legalmente hace décadas que debían estar en manos de las instituciones vascas. 

Desde el verano, el Ejecutivo de Pedro Sánchez y voces socialistas han enfriado la cesión de los puertos (Bilbao y Pasaia) y aeropuertos (Foronda, Loiu y Hondarribia) porque, según el ministro de Transportes, Óscar Puente, forman parte del catálogo de interés general del Estado, “la ley es la que es” y “no va a ser fácil” cambiarla. En realidad, hay precedentes: mientras se negociaba la transferencia de las líneas de tren de cercanías, se pactó una enmienda en el Senado en la Ley del Sector Ferroviario, para que fuera posible sacar algunos trayectos del catálogo estatal. Pero, incluso si lo que le preocupa al Estado no es la dificultad legal para alterar el listado de interés general, sino que le inquietan las consecuencias económicas que pudiera tener que una infraestructura deje de ser de interés general, el Gobierno vasco trabaja en una vía que tiene respaldo estatutario y que permite que las instituciones vascas gestionen los puertos y aeropuertos sin que salgan de ese catálogo.

En concreto, el artículo 12.8 del Estatuto de Gernika reserva a la comunidad autónoma vasca la “ejecución de la legislación del Estado” en los puertos y aeropuertos “con calificación de interés general”, cuando el Estado no se reserve su gestión directa. Esto implica que la comunidad autónoma puede gestionar los puertos y aeropuertos sin que salgan del catálogo estatal. Sería un modelo similar al que se persigue para la transferencia de la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. El Estado mantendría la competencia para dictar las leyes, y la comunidad autónoma se encargaría de la gestión desde Euskadi. En esta dirección apuntaba sin querer dar demasiadas pistas la portavoz y consejera de Autogobierno, Maria Ubarretxena, en la entrevista publicada el pasado domingo en este medio y las cabeceras del Grupo Noticias en la comunidad autónoma vasca. 

“Imposible no hay nada. Lo que hay que hacer es hablar, dialogar, y ver cómo se puede hacer. La transferencia de puertos y aeropuertos es muy importante para Euskadi como país. Que Euskadi asuma la transferencia de puertos y aeropuertos no quiere decir que dejen de ser de interés general. Hay mecanismos para que se pueda hacer la transferencia sin que dejen de ser de interés general. Vamos a ir por esa línea, soy positiva y espero que se consiga”, alentó.

Por tanto, la comunidad autónoma vasca podría prestar el servicio, controlarlo y velar por el tráfico, respetando la competencia del Estado para legislar, y sin que las infraestructuras salgan del catálogo de interés general. Fue el secretario general del PSE, Eneko Andueza, quien deslizó que abandonar ese listado podría tener consecuencias económicas. Si lo que preocupa es que los puertos y aeropuertos vascos pierdan influencia o tráfico internacional, existe esta vía intermedia para que puedan mantenerse dentro del catálogo estatal y, al mismo tiempo, las instituciones vascas puedan ejercer las competencias legalmente atribuidas.

Para el año que viene

Durante años, los servicios jurídicos del Gobierno vasco han trabajado con la hipótesis de una transferencia a dos velocidades, por ejemplo, con el caso de los puertos: exigir la gestión del puerto de Bilbao sin revocar la declaración de interés general, porque el Estado no quiere cederlo totalmente por su elevado volumen de negocio; y exigir la competencia exclusiva de Pasaia, sacándolo totalmente del catálogo, porque el Estado no está tan interesado en él y cree que es pequeño. Algo parecido pasaba con los aeropuertos, y la desatención al de Foronda por parte del Estado alimentó la posibilidad de cerrar esa transferencia antes que otras para convertirlo en una referencia en materia de vuelos transoceánicos. Estas dos velocidades fueron mencionadas por el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, en la noche del lunes en Radio Euskadi, aunque podría optarse por una solución global.

En cualquier caso, no será este año cuando se aborden estas competencias. El calendario del lehendakari Pradales las plantea para comienzos de 2025, junto a la gestión del régimen económico de la Seguridad Social. En lo que queda de año, el Gobierno vasco se va a centrar en ocho (litoral, salvamento marítimo, autorizaciones iniciales de trabajo para personas extranjeras, meteorología, fondo de protección a la cinematografía, centro de verificación de maquinaria de Barakaldo para la salud laboral, inspección pesquera y pesca recreativa, y seguridad privada). Por ahora, por tanto, no hay una propuesta cerrada del Gobierno vasco sobre puertos y aeropuertos.