Blindada, a fecha de hoy, por el PSOE, Francina Armengol rechaza dimitir por su gestión en la compra de mascarillas vinculada con la trama Koldo cuando presidía Baleares y lo hace sin aclarar quién le recomendó entrar en contacto con esta presunta red corrupta. La actual presidenta del Congreso ha salido al paso de todas las acusaciones en su contra, dice sentirse una “víctima y no cómplice”, y arremete contra la estrategia del PP de alentar su marcha “cruzando y rompiendo todas las fronteras y líneas rojas”. “No dejaré que mancillen mi nombre”, ha sentenciado. La dirigente socialista ha añadido que nunca recibió “órdenes ni presiones” para adquirir el producto ni para no reclamar la devolución de parte del material, pero ha eludido concretar qué persona del Ministerio de Transportes le habló del exasesor de José Luis Ábalos –si fue el propio ministro– y su entorno, limitándose a alegar que los cubrebocas los eligieron los técnicos. Y ha recalcado: “Mi Gobierno nunca fue cómplice ni colaborador”.

“No todo vale en política”, ha espetado al partido de Alberto Núñez Feijóo, instándole a explicar qué ha ocurrido con la reclamación que el Govern balear formalizó en julio de 2023. Armengol ha recordado que en esa primera fase de la pandemia recibían muchos nombres de empresas de distintas personas recomendando a quién elegir “pero obviamente pensando que todo el mundo lo que quería era ayudar”. “Nos llegaban de diferentes sitios, de empresarios, de gente que tenía un contacto que pensaba que alguien podía intermediar en China para poder comprar material sanitario, de administraciones, de ministerios, de instituciones, de ayuntamientos...”, ha explicado, recomendaciones que luego trasladaba a los técnicos del IBSalut, que eran quienes decidían.

Armengol se ha apoyado en que ni ella ni sus consejeros están citados en el sumario del caso Koldo y que no se les puede implicar en la trama cuando ellos firmaron un contrato de 3,7 millones que fue avalado por Intervención General y que además presentaron en tiempo y forma una queja a la empresa por parte del dinero porque el material recibido no contaba con la protección antivirus que habían acordado. A la expresidenta balear no le preocupa la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía Europea, procedimiento habitual ante una denuncia anónima que ya se dio en el caso de las mascarillas del hermano de Díaz Ayuso y que se archivó: “Entre en política para luchar contra la corrupción, que me repugna y detesto profundamente. No dejaré que mezclen mi nombre y mi gestión a nada que se parezca a eso”.

Aunque quería preservar a la tercera institución del Estado del revuelo suscitado con este asunto, Armengol ha asegurado que da la cara para explicar que “no todos los políticos son iguales. La política no es embarrarlo todo, hay que decir la verdad. Pido responsabilidad al PP, que esté a la altura de las circunstancias”. Y en ese sentido, ha incidido en conocer qué ha pasado con la reclamación que su Gobierno presentó y comunicó al Ejecutivo popular de Marga Prohens. “Debe explicar qué ha hecho con ese expediente de reclamación”, retó, antes de reiterar que la dimisión no ha pasado por su cabeza. “Es una exigencia del PP que me parece, como mínimo, sorprendente. Me pide dejar el Congreso el único que sale en el sumario”, ha precisado, en referencia al portavoz del Grupo Popular, Miguel Tellado.

Génova mira a Sánchez

Su argumentación no ha contentado a Génova 13. El aludido ha sido precisamente el que le ha dado réplica destacando que “el problema de Armengol no es el PP, sino la UCO, la Guardia Civil, la Fiscalía Europea, la Audiencia Nacional y la Fiscalía anticorrupción”. Tellado, que la acusa de “mentir”, ha añadido que “su salida es más urgente que ayer. Por higiene democrática debería renunciar a su cargo porque lo está mancillando”. El portavoz del PP ha afeado su discurso de “cero autocrítica, repleto de excusas y sin una explicación real”. “Que aclare de una vez por todas quién le llamó, si Koldo, Ábalos o el superjefe”, ha deslizado, sin especificar si estaba hablando de Pedro Sánchez. “La señora Armengol está cercada por un caso de corrupción que demuestra que nunca debió haber sido nombrada presidenta del Congreso porque el encargado del nombramiento conocía las sombras de duda que se cernían sobre ella”, ha apostillado Tellado, ahondando en la tesis de que el líder del PSOE rescató a Armengol para las generales para que estuviera “aforada” y “premiar así su silencio”. “No ha sido capaz de demostrar que no ha participado activamente en dicha estafa”, ha cerrado el dirigente del PP, que tampoco aporta pruebas fehacientes de su culpabilidad mientras le emplaza a demostrar su inocencia.

Y mientras el PP trata de usar el Senado para acorralar al PSOE con este tema, los socialistas llevarán a la comisión de investigación de las mascarillas del Congreso a Tellado y otros cargos del PP. Patxi López ha admitido sentir “frustración y rabia contenida” ante la insistencia popular en atacar a Armengol y se plantea llamar a cargos autonómicos del PP, incluyendo presidentes, ante esa comisión. “Tellado es alguien apto para insultar, mentir y degradar la política”, ha censurado el portavoz socialista. “No somos iguales, ni de lejos. El PSOE es incompatible con la corrupción y reacciona con contundencia, mientras que el PP chapotea con la corrupción, alimenta a los que la practican y elimina a los que la combaten”, ha descrito.

El hiriente tuit del PP

Un tuit en la cuenta oficial del PP ha elevado la crispación. En él se podía leer lo siguiente: “Mensaje para los corruptos del PSOE. Es la 1 de la madrugada. Dice Yolanda Díaz que es la hora de salir de las marisquerías. Ya pueden dirigirse ordenadamente a sus prostíbulos de confianza. Recuerden saludar al portero. Quién sabe, igual llega a consejero de Renfe”. A él ha respondido la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría: “Me lo han enseñado y pensé que era una cuenta falsa gestionada por Torrente”. Tal cual.