El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, acusó ayer al PP de encasillarse en una oposición “siempre destructiva y nunca constructiva”, un no por el no que flaco favor está haciendo no solo a la formación conservadora, sino que también al normal discurrir de la actividad política estatal. Asimismo, Bolaños les instó por enésima vez “a que no tengan miedo” a dialogar con el Gobierno en una comisión de trabajo para hacer frente a los principales retos que sí o sí debe de encarar el Estado en el futuro más próximo.

El ministro tomó parte ayer en el acto de homenaje al fundador del PSOE y de la Unión General de Trabajadores (UGT), Pablo Iglesias Posse, en el Cementerio Civil de Madrid en el 98 aniversario de su fallecimiento. “Les emplazamos –en alusión directa al PP– a que se sienten en esa mesa con nosotros, a que hablemos de los problemas de los ciudadanos, a que no tengan miedo a pactar, a que no tengan miedo a hablar con el diferente, con el Partido Socialista. Tenemos muchas cosas que podemos hacer juntos”, sostuvo un Bolaños que mantuvo el ofrecimiento lanzado por el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para emprender la tarea de abordar temas fundamentales para el devenir del Estado, caso de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), la financiación autonómica o la reforma del artículo 49 de la Constitución, un precepto de la Carta Magna que apunta que “los poderes públicos realizarán una política de previsión, tratamiento, rehabilitación e integración de los disminuidos físicos, sensoriales y psíquicos, a los que prestarán la atención especializada que requieran y los ampararán especialmente para el disfrute de los derechos”.

Sobre la renovación del CGPJ, Bolaños mostró a las claras su postura. Y es que “es cada día más evidente” que al PP “no le importa no cumplir la Constitución, no le importa desprestigiar la Justicia y no le importa que el servicio público de la Justicia esté cada vez más deteriorado”. De la misma forma, Bolaños se reafirmó en su compromiso como ministro de Justicia para que “se cumpla la Constitución” y para que los jueces, magistrados y profesionales del ámbito “puedan trabajar con medios adecuados” y “sin ninguna injerencia”.

Por ello, el ministro insistió en que el Gobierno español está dispuesto a hablar con el PP y reiteró que emplaza a los populares a que hagan “una oposición constructiva” que permita alcanzar acuerdos “en beneficio de los ciudadanos” ya que, tal y como ironizó, aún queda 4 años de legislatura que “se les van a hacer larguísimos”. Por lo pronto, la respuesta del PP a estas cuestiones ha resultado negativa. Las reticencias que separan a los dos grandes partidos, especialmente en cuanto a la renovación del CGPJ –pese a que la Comisión Europea haya insistido en el asunto–, han sido insalvables.