PNV y PSE han bajado la espuma del conflicto por la Ley de Vivienda, al menos de momento. Sus máximos dirigentes, Andoni Ortuzar y Eneko Andueza, quitan hierro a la discrepancia que ha surgido por la decisión de la parte jeltzale del Gobierno vasco, que ha autorizado recurrir la Ley de Vivienda estatal contra el criterio de los tres consejeros socialistas. El PNV lo reduce a una “pugna jurídica, no política”, y para el PSE es una discrepancia “lógica” que no provocará una ruptura del Gobierno. El PSE tenía poco margen para tomarse esta decisión como una declaración de guerra porque ya había pactado con el PNV que las leyes estatales se someterán a un examen rutinario por parte de los servicios jurídicos, que esta vez han dictaminado que hay invasión competencial. El propio vicelehendakari primero, el jeltzale Josu Erkoreka, aseguró en Onda Vasca que esta cuestión ocupó dos minutos en el Consejo de Gobierno y que no tiene nada que ver con los titulares "estridentes" que hablan de ruptura.

Este mismo jueves, la consejera de Autogobierno, Olatz Garamendi, ha enviado un escrito al Gobierno de Sánchez para iniciar las negociaciones, que como establece el procedimiento se extenderán por un plazo de seis meses. El objetivo es “agotar todas las vías de diálogo” antes de formalizar el recurso al Constitucional. “Como siempre, porque es posible el acuerdo”, ha explicado en Twitter, lanzando así un mensaje conciliador. En cualquier caso, su posición sigue siendo que no se “coarte” la posibilidad de que Euskadi diseñe políticas propias adaptadas a su realidad, “sin imposiciones”. “¿Queremos que la sociedad vasca renuncie a su capacidad para tomar decisiones en materia de vivienda teniendo su propia ley en ejecución?”, se pregunta.

La impugnación se presenta contra una normativa del jefe de los socialistas, Pedro Sánchez, y afecta a un área gestionada por los propios socialistas en el Gobierno vasco, por Iñaki Arriola, pero el PSE lo encuadra dentro de las discrepancias “lógicas” que pueden tener dos partidos distintos. Su secretario general, Eneko Andueza, ha descartado este jueves que se vaya a romper el gobierno por esta causa, aunque ha afilado sus críticas contra el PNV porque cree que está defendiendo el libre mercado y a los grandes tenedores de viviendas. Y no oculta que, a medida que se acerquen las elecciones autonómicas, previstas para dentro de un año, “las relaciones pueden tensionarse en todos los ámbitos”, según dijo en Radio Popular, aunque matizó que no solo puede existir esa tensión en el Gobierno, sino también con la oposición.

El propio Andueza lleva varios días reafirmándose en su estrategia más díscola con el PNV, porque cree que ha tenido premio en las urnas a tenor de los resultados de las elecciones municipales y forales de mayo, y tras la victoria socialista en las generales a nivel de la comunidad autónoma. No obstante, en las generales, PNV y EH Bildu creen que la subida socialista no va más allá de lo coyuntural y que se debe al voto útil para frenar un Gobierno español del PP y Vox. Las municipales de mayo también coincidieron con las locales y autonómicas a nivel de Estado, lo que pudo impulsar al PSE tras una campaña que reactivó el voto constitucionalista por la pelea entre Sánchez y Feijóo a cuenta de las listas de EH Bildu con condenados por su relación con ETA. Por lo tanto, son dos elecciones que quizás no ayudan a realizar un análisis desapasionado por los condicionantes que las rodean, pero Andueza cree que la ciudadanía ha premiado su tono más pendenciero. 

Parece deslizar que va a seguir por el mismo camino. Quedan en el horizonte leyes clave como la de Educación, donde Andueza ya ha planteado algunas dudas relacionadas con el peso del euskera en las aulas. Su llegada a la secretaría general del PSE relevando a Idoia Mendia abrió una etapa caracterizada por un mayor número de desmarques públicos frente al PNV, en la creencia de que, de otra forma, solo los jeltzales iban a capitalizar la gestión en las elecciones, y el PSE iba a quedar relegado como socio minoritario. Aquí juegan un papel importante las presiones de Elkarrekin Podemos-IU y en menor medida de EH Bildu, que creen que el PSE se limita a asumir todo lo que pone el PNV sobre la mesa del Consejo de Gobierno.

El PSE es "muy mucho de alzar la voz"

Andueza reconoció, por un lado, que el PNV “ha decidido que el recurso no fuera un elemento más dentro de la campaña” y lo ha presentado ahora. Insistió en que, a su juicio, el recurso no tiene una justificación “sólida”. “El PNV es partidario del libre mercado, y nosotros estamos poniendo instrumentos para que el mercado se regule con el objetivo de que el derecho a tener una vivienda digna sea una realidad. Parece que alguno está más para defender a los bancos, los grandes tenedores e incluso dar pie a la especulación, antes que defender los intereses de la sociedad. El Gobierno de España en ningún caso invade competencias. Brinda herramientas para poder intervenir”, defendió. Se da la circunstancia de que partidos de izquierdas o anticapitalistas, como BNG y CUP, también interpretaron que esta ley invade competencias. Pero Andueza reprochó también al PNV que no apoyara la ley vasca.

Defendió que la ley estatal está en vigor mientras el Constitucional no diga lo contrario, y que Arriola podrá desplegarla. Por ahora, como ya informó este periódico, los trámites van para largo. Andueza consideró que este recurso “no es incompatible” con gobernar juntos, que es “lógico que surjan discrepancias”, y él mismo es “muy mucho de alzar la voz”. “Hay momentos en los que surgen discrepancias, es lo lógico y lo normal. ¿Eso supone que vayamos a romper un gobierno? Pues no”, descartó.

Ortuzar lo encuadra en un debate técnico

Por su parte, Ortuzar, en Radio Euskadi, aseguró que es un tema “exclusivamente jurídico” y que los letrados del Gobierno vasco “no son del PNV”. Añadió que, si ellos piden recurrir, hay que hacerlo, como en su momento el lehendakari López, del PSE, recurrió leyes españolas. “No veo ninguna brecha, esto no genera mayor tensión”, aclaró. Además, añadió que el Gobierno vasco quiere dialogar con el español para “reconducir la ley” y suprimir sus “aspectos negativos”.

EH Bildu pide retirar el recurso

Quien no ve una cuestión de soberanía sino de ideología política es EH Bildu, que ya votó a favor de esta ley en el Congreso junto a ERC. Unai Urruzuno interpretó que el recurso no obedece a razones jurídicas o “de soberanía”, sino que es “una maniobra para dilatar la regulación del mercado”. En una rueda de prensa en Donostia, aseguró que el PNV debe responder si “está de acuerdo en regular los alquileres”, e interpretó que los jeltzales están defendiendo a los grandes tenedores. Utiliza el mismo argumento que el PSE, pero también obvia que formaciones de izquierda o anticapitalistas como BNG y CUP ven invasiones competenciales. Urruzuno utilizó en contra del PNV la valoración positiva del PP, que aplaude el recurso. Se preguntó en tono irónico si el PP “se ha convertido de repente en un partido soberanista”, y pidió al Gobierno de Urkullu que no recurra y que despliegue la ley.