El exjefe de ETA Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe, Ata, ha negado en el juicio que ha comenzado este lunes en la Audiencia Nacional haber estado en Zaragoza el día del asesinato del senador y presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad, el 6 de mayo de 2001, cuando iba con su hijo de 16 años a ver un partido de fútbol a La Romareda.

Tanto él como su compañera de banquillo, Miren Itxaso Zaldúa, que como él se enfrenta a una petición del fiscal de 30 años de cárcel por estos hechos, han presentado sendas coartadas para tratar de rebatir a la Fiscalía su participación en ese atentado.

Carrera Sarobe ha asegurado que ese domingo fue a Senpere (Francia) a las fiestas de Herri Urrats, organizada por las ikastolas vascas de "Iparralde", y ella ha indicado que estuvo en el cine con unas amigas en un centro comercial de Usurbil.

La causa por este atentado se reabrió tras años de investigación y en 2014 el hijo del senador, testigo directo del crimen, reconoció en una foto a Carrera Sarobe como el hombre que disparó a su padre. En cuanto a Zaldua, la Policía, tras analizar documentación intervenida a ETA en Francia, la situó años después en ese comando.

"Ata", que ha sido entregado solo para este juicio por Francia -donde cumple cadena perpetua-, sí que ha reconocido su pertenencia al comando Basajaun, al que la Fiscalía atribuye este atentado, si bien ha querido dejar claro que ni él "ni el comando Basajaun tienen nada que ver con esa acción armada".

Zaldúa, que ya cumplió condena por su integración en ETA, ha admitido también su pertenencia a la banda pero ha negado haber integrado "nunca" un comando. Ha explicado que su relación con la banda terrorista comenzó en 2001 en Hernani y que entonces se limitó a recoger y llevar cartas con instrucciones a la cúpula de ETA y con información que los comandos le remitían.

De ahí, a raíz de las sucesivas detenciones de comandos huyó a Francia, donde la dirección de ETA le propuso buscar una casa y reforzar a los comandos haciendo el inventario y la recopilación del material para cometer atentados (armas y explosivos) que había quedado "desperdigado" a raíz de la desarticulación de comandos. También, según ella misma ha relatado, fue allí cuando por primera vez recibió un cursillo de manejo de armas.

"¿Pasó a formar parte de la estructura militar sin haber estado antes en un comando?" Le ha preguntado entonces la fiscal con cierta incredulidad, a lo que la acusada ha respondido con un escueto "sí".

Sin más prueba que su palabra y la de los testigos que lo puedan corroborar los próximos días de juicio, los dos han tratado ante todo de convencer al tribunal, ante el que han declarado en español, de que no estuvieron en Zaragoza cuando se produjo el asesinato del senador del PP.

"Ata" ha explicado que estuvo en una "barra popular" de una "txozna" en las fiestas de Herri Urrats en Senpere, que se celebra siempre el primer domingo de mayo, y que si bien hubo dudas de que se pudiera suspender por el mal tiempo, al final no hizo tan malo y fue.

Zaldúa por su parte ha asegurado solo ha estado en Zaragoza "de pequeña" con su padre para ver "la pilarica", y que el día del asesinato de Giménez Abad fue al cine con sus amigas en Usurbil.

Se acordaba, ha dicho, porque de ese día recordaba "la acción", refiriéndose al atentado.

"En la dureza de todas la acciones de ETA, esa en particular me pareció dura, porque recuerdo haber oído en la radio, en el coche, la noticia del atentado en la radio y que había un niño", ha relatado Zaldúa para explicar que recordaba haberlo escuchado en el parking del centro comercial de Usurbil al que fue a ver la película "Dime que no es verdad", cuyo título ha rememorado a preguntas de su abogado.

"Hilando es verdad que era primer domingo de mayo y nosotras también solíamos ir todos los años al Herri Urrats", pero como ese día no hacía buen tiempo, ha dicho ella también, y tenía obras en su casa, ella y sus amigas decidieron quedarse.

La declaración de "Ata" ha sido breve puesto que solo ha respondido a las preguntas de su abogada, no así la de Zaldúa, que se ha extendido más en sus explicaciones al no oponerse al interrogatorio de la fiscal y de las abogadas de la Asociación Víctimas del Terrorismo y Dignidad y Justicia.

Posteriormente han testificado algunos de los policías que han participado en la investigación y han expuesto las pruebas que les llevaron a deducir que los dos acusados coordinaban el comando Basajaun, del que dependían cuatro taldes operativos, así como su implicación en el atentado contra el senador del PP.

La vista continúa este martes con la comparecencia de más testigos, entre ellos el hijo de Giménez Abad que presenció el asesinato de su padre.