Ortuzar rechaza polemizar con Andueza para poder explorar pactos con todos
Cree que “zaherir” como hace el PSE no sirve de nada porque Euskadi es muy plural y todos los partidos deberán hablar tras las elecciones del domingo
La pluralidad de opciones políticas en Euskadi provoca que las mayorías absolutas sean una auténtica rareza, casi imposibles de lograr salvo en plazas muy concretas, como ha ocurrido en Sestao con el PNV en las dos últimas legislaturas, o en Zumaia con EH Bildu, y en la época del jeltzale Iñaki Azkuna en Bilbao. Por ello, durante la noche electoral, los teléfonos de los partidos echan humo. Buscar acuerdos y mayorías para garantizar la estabilidad de las instituciones durante cuatro años se convierte en una tarea ineludible, y es la razón por la cual el PNV no comprende la táctica de sus aliados socialistas de marcar perfil de manera tan agresiva contra los jeltzales en puertas de las elecciones municipales y forales del domingo, y tampoco quiere contribuir al ruido ni entrar a responder las críticas de su líder Eneko Andueza porque al día siguiente todos tendrán que sentarse a hablar. El presidente del EBB, Andoni Ortuzar, lo ha dejado claro este viernes en Onda Vasca: “Es algo que no mueve un voto y no es nuestro estilo. Prefiero poder llamar el lunes con mucha tranquilidad a todos los líderes políticos, si es que tuviera que hacerlo”.
Andueza acusa de desleal al PNV pero cita leyes donde sí hubo pacto competencial con Sánchez
El jeltzale lanzó ese mensaje cuando se le preguntó por las acusaciones de deslealtad que ha formulado Andueza, y por las razones de que el PNV no entre al cuerpo a cuerpo con él. Ortuzar atribuye su tono duro a que los socialistas creen que una parte de su electorado histórico comenzó a migrar hacia el PNV hace cuatro o seis años, y quieren recuperarlo. Ahora bien, cree que suena “artificial” que el PSE pretenda hacer ver que la relación ha sido tormentosa cuando han gobernado en las principales instituciones sin mayores contratiempos. Y también cree que no es una estrategia muy hábil con vistas a la noche electoral del domingo. “Si el lunes a la mañana y el domingo a la noche habrá llamadas con ese y otros tantos representantes políticos porque Euskadi es un poco de geometría variable y hay sitios donde hay que hablar con unos y otros, ¿para qué nos vamos a zaherir ahora?”, dejó caer.
Geometría variable
Ortuzar ya avisó hace unas semanas en una entrevista con este periódico de que Andueza, a su juicio, se equivoca con esta estrategia porque el día 29 tendrán que hablar y lo único que consigue es cabrear a sus socios y sonar poco creíble tras casi cuatro años de placidez en las instituciones. El jeltzale vaticina una noche electoral como tantas otras, en la que habrá que hablar con todos los partidos, y con una pizca de geometría variable.
En 2019, PNV y PSE alcanzaron un acuerdo marco por el cual ambos partidos se comprometían a respaldar al más votado de entre ambos en cada ayuntamiento y en las Juntas Generales. Es decir, era un pacto de no agresión por el cual, por ejemplo, el PNV renunció a disputar Irun al PSE a pesar de su altísima rivalidad y el desencuentro personal entre sus equipos municipales.
Además de este acuerdo global, en otros ayuntamientos los partidos decisivos eran otros y se forjaron con ellos pactos o bien alianzas puntuales para el momento de la constitución de las alcaldías. El PNV se suele beneficiar de su centralidad política y su capacidad de interlocución con todos para alcanzar acuerdos a varias bandas. Así, en Guardia y Bastida, el PP fue desalojado por el acuerdo entre los jeltzales y EH Bildu. Pero, al mismo tiempo, el PP no se cobró la revancha y respaldó al PNV en Kuartango para romper a favor de los jeltzales el empate que tenían con EH Bildu, con tal de no dejar gobernar a la izquierda abertzale. Y el PNV se retiró de la batalla en Argantzun para permitir que gobernara la lista más votada, EH Bildu, con quien había empatado en escaños.
"La mayor estabilidad posible"
Ortuzar ha optado este viernes por no embarrar el terreno de juego antes de que empiece el partido. Tampoco ha querido contribuir al ruido en un momento de desafección hacia la política por parte de la ciudadanía, un ruido que menos aún quiere generar con su socio, con quien el PNV gobierna también en un Ejecutivo vasco al que le queda un año de recorrido.
En estos últimos cuatro años, Irun y Eibar han sido dos puntos negros en la relación entre el PNV y el PSE. Andueza habla de falta de lealtad de los jeltzales, pero Ortuzar ha asegurado que, en los municipios liderados por el PSE, los socialistas no han dado al PNV la oportunidad de gobernar conjuntamente y, en cambio, sí se la han brindado a EH Bildu. Ortuzar diferenció entre las alcaldías del PNV, y las que lidera el PSE, donde a su juicio no se ha tendido tanto la mano a los jeltzales.
“Donde nosotros somos fuerza mayoritaria, prácticamente estamos en todos los ayuntamientos con un pacto de gobierno con el PSE o con un pacto de Presupuestos. Nosotros siempre buscamos la estabilidad y que las coaliciones sean lo más fuertes que sea posible”, sostuvo el presidente del EBB. En otro momento de la entrevista, había destacado que Euskadi es un país “muy plural” y lo importante será ver con quién se constituyen los ayuntamientos y Juntas Generales de los tres territorios de la comunidad autónoma, además del Gobierno de Nafarroa, donde los jeltzales también han estado presentes a través de Geroa Bai.
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