“Es la economía, estúpido”, fue el leitmotiv de la exitosa campaña de Bill Clinton en las presidenciales estadounidenses que ganó a George H.W. Bush en 1992. 31 años más tarde y en el Estado español, Pedro Sánchez pretende emular a Clinton y presumir de logros económicos y buena gestión para tratar de pasar página cuanto antes del despropósito que ha rodeado a la conocida como ley del solo sí es sí.

En esa línea, el líder socialista entiende que el daño de la norma de libertad sexual ya está hecho y que la catarsis de la crisis más aguda en el seno del Ejecutivo de coalición es agua pasada, por lo que trata de centrar el tiro en la buena marcha del crecimiento español y en temas sociales en positivo, como pueden ser las rimbombantes promesas de decenas de miles de viviendas en alquiler social.

Cree Sánchez que el partido de cara a las generales –para las que queda poco más de medio año– se va a jugar en términos económicos y de bienestar social, más que en el puro choque ideológico entre izquierdas y derechas.

Asimismo, en el plano global, el jefe del Ejecutivo confía en una mejora en la geopolítica en los próximos meses y, en este aspecto, tratará de sacar todo el provecho que pueda a la presidencia española de turno de la Unión Europea, que comienza el próximo 1 de julio.

Pero, antes de ello, los socialistas tienen que afrontar el complicado punto de inflexión del 28-M, donde tienen en juego varias comunidades autónomas trascendentales como Valencia, Aragón, Castilla-La Mancha o Extremadura; en las que la pérdida de unos pocos cientos de votos podría otorgar los gobiernos regionales al eje PP-Vox y allanar así el camino a Moncloa de Alberto Núñez Feijóo.

Buenos datos económicos

Para evitar que esto ocurra, Sánchez tiene que alejar los líos internos en Moncloa, los choques con Podemos y la imagen de división sin remedio en la izquierda, y centrarse en una gestión que, a tenor de los últimos datos económicos, no es en absoluto negativa; más teniendo en cuenta la coyuntura europea e internacional con la guerra en Ucrania.

Así lo evidenció ayer domingo Pedro Sánchez en un mitin del PSOE en Fuenlabrada en el que hizo gala de “un país que crece más que las grandes economías europeas y ha reformado las pensiones y el mercado laboral” con paz social.

“No vamos a hablar de milagro económico o de que España va bien pero sí decir alto y claro que el PSOE gestiona mucho mejor la economía que el PP”, sacó pecho el presidente español tras señalar que “la derecha falla más que una escopeta de feria” en sus negros vaticinios económicos.

Más allá, Sánchez elogió el proyecto de Ley de Vivienda que llega el jueves al pleno del Congreso y defendió un Gobierno que trabaja en favor de “lo que piensa la mayoría y no de los intereses de una minoría de privilegiados”.

Respecto a esta norma, el líder socialista añadió que el jueves se aprobará un proyecto que a su juicio “va a convertir lo que es un problema en un derecho constitucional” de los ciudadanos: “El Gobierno va a hacer la mayor promoción de vivienda publica, para situarnos a la vanguardia no de Europa, sino más allá”.