El expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont aseguró hoy que su partido, JxCat, no ha lanzado un ultimátum a ERC, pero insistió en que sus socios de gobierno deben cumplir lo firmado.

"No es un ultimátum. Firmamos esto, que no se ha respetado y es el momento de hacer algo", aseguró Puigdemont durante una conferencia en la Central European University de Viena.

"No soy el presidente del partido y no quiero involucrarme en las conversaciones entre Esquerra y Junts, pero es normal que Junts pida el respeto del acuerdo", insistió.

Puigdemont afirmó que los dos partidos acordaron negociar con el Estado español una solución política, coordinar los esfuerzos de los dos grupos parlamentarios en el Parlamento español y "trabajar juntos para crear una nueva dirección unida sobre como dar los siguientes pasos".

El eurodiputado aseguró que "cómo debe actuar el movimiento pro independencia catalán debe ser decidido juntos".

"Espero que esa será al final la respuesta de Esquerra Republicana. Creo que respetarán el contrato. No tengo dudas de que, por el interés común, respetará el acuerdo", confió.

Puigdemont hizo esas declaraciones durante una conferencia sobre estatalidad y soberanía, ante un auditorio de unas 100 personas, principalmente estudiantes de la CEU y académicos, durante la que justificó y explicó el movimiento independentista catalán Puigdemont se refirió al referendo ilegal de independencia de Cataluña, convocado bajo su presidencia, y del que el próximo 1 de octubre se cumplen cinco años.

El ex presidente aseguró que aquella convocatoria se debió a la negativa del Gobierno español de pactar un referéndum o nuevos acuerdos de financiación.

"Fallaron todos los intentos de mejorar nuestro autogobierno. No tuvimos otra opción. La única opción fue organizar un referendo", aseguró.

Puigdemont negó que el referéndum de 2017 fuera un fracaso y afirmó que permitió al Parlamento catalán lanzar la declaración de independencia.

"No necesitamos convocar un nuevo referéndum o una nueva declaración de independencia. La única manera de organizar un nuevo referéndum es si las autoridades españolas aceptan acordar con el Gobierno catalán uno nuevo y vinculante", afirmó Puigdemont.

Preguntado por la posibilidad de una radicalización del movimiento independentista, Puigdemont reconoció que "siempre hay un riesgo" pero también aseguró que ese sector es sólo una minoría.

"No hay sitio para la violencia o el radicalismo", dijo.

"Después de cinco años de represión, hay enfado y hay gente decepcionada, incluso con las instituciones y políticos catalanes", reconoció Puigdemont, quién aseguró que, pese a eso, la "reacción es pacífica".