A raíz del óptimo resultado del PP en las elecciones andaluzas, Alberto Núñez Feijóo dio por definitivamente legitimada la vía moderada y gestora de la que tanto él como el presidente de la Junta, Juanma Moreno, presumen. Sin embargo, han bastado tan solo varios días para que la principal representante del ala dura del partido, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se haya despachado con nuevas frases altisonantes para una hemeroteca ya abultada, en su caso.

Ayuso se vio ayer jueves especialmente legitimada para ello tras la noticia de que la Fiscalía Anticorrupción ha archivado su investigación sobre el contrato de emergencia para la adquisición de mascarillas vinculado a Tomás Díaz Ayuso, hermano de la presidenta, ante "la ausencia de indicios de la comisión de infracciones penales". Mientras se celebraba un Pleno de la Asamblea, a Ayuso no le tembló el pulso a la hora de dejar dos nuevas perlas cuanto menos llamativas.

Así, por un lado aseguró que "en la Comunidad de Madrid no hay corrupción y no ha habido corrupción porque no he tomado una sola decisión desde que soy presidenta para ayudar a un solo familiar o a un solo amigo a beneficiarse del patrimonio de todos los madrileños". Por otra parte, y aprovechando que tenía enfrente a la bancada de la oposición, reclamó la dimisión de toda la izquierda por "el uso torticero de la justicia". "Llevan veinte veces contadas que me han llevado a los tribunales y veinte veces que la justicia, jueces y fiscales, han dicho que son todo falsedades", aseveró en una comparecencia cuyo objetivo original era dar cuenta del nuevo nombramiento de Enrique Ossorio como vicepresidente del Ejecutivo autonómico en lugar de Enrique López, próximo al defenestrado Pablo Casado, que cayó en desgracia tras declarar la guerra a la propia Ayuso.

Sin indicios

"Será que la justicia es de extrema derecha, será que el sistema está corrompido", ironizó la presidenta madrileña sobre la resolución de la Fiscalía Anticorrupción. Las diligencias de investigación tenían como fin dilucidar si hubo delito en el contrato para la compra de mascarillas en China al inicio de la pandemia, que la Comunidad de Madrid adjudicó a una empresa relacionada con un hermano de Isabel Díaz Ayuso y por el que habría cobrado 55.000 euros.

En un decreto firmado ayer jueves mismo, el fiscal jefe de Anticorrupción, Alejandro Luzón, da carpetazo a los hechos denunciados por el PSOE, Podemos y Más Madrid sin pronunciarse sobre los "posibles delitos de malversación" de fondos europeos que investiga la Fiscalía Europea, proceso que sigue su curso.

Luzón señala que la investigación "no ha puesto de relieve elemento indiciario alguno de que Tomás Díaz Ayuso llevara a cabo gestiones ante el Servicio Madrileño de Salud o ante cualquier otro organismo o servicio de la Comunidad de Madrid tendentes a conseguir un trato de favor para la empresa Priviet". Tampoco consta, añade, que "aportara a esta empresa algún contacto con funcionarios públicos".

"Pa la saca"

¿Dónde está San Chin Choon? Alberto Luceño, uno de los comisionistas investigados en el caso de las mascarillas en la Comunidad de Madrid, ha pedido que se reactive el mecanismo para localizar a San Chin Choon, el empresario que consiguió el material para los investigados en esta causa. En un escrito, Luceño insiste en que se ponga de nuevo en marcha la comisión rogatoria dada "la importancia del testimonio" del ciudadano malayo para hallar "la verdad procesal".