El fabricante de explosivos Maxam, que tiene una planta en Galdakao, mantiene su silencio cuando se cumplen casi 24 horas desde que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, acusara a la compañía de seguir operando en Rusia pese a la invasión de Ucrania.

Un portavoz oficial de la firma consultado por EFE este miércoles ha declinado pronunciarse sobre las palabras de Zelenski en el Congreso de los Diputados, y su página web corporativa -y la de otras de sus filiales- da error desde hace horas.

Según los expertos consultados por EFE, el tipo de error que refleja la página de Maxam implica que está deshabilitado el puerto que permite que la web sea consultada desde el exterior, algo que podría responder a una maniobra improvisada por parte de la propia empresa porque estaba notando ataques informáticos o porque realmente algún ataque haya logrado tumbar la web.

En su opinión, si la compañía hubiera querido cerrar el acceso a su web "habría elegido alguna manera más elegante de hacerlo, como poner que están realizando labores de mantenimiento, por ejemplo".

"Lo que está claro -añaden las citadas fuentes- es que no se trata de un problema por saturación de visitas bienintencionadas o inocuas", e incluso "podría tratarse de un ataque por denegación de servicio (por el que un hacker lanza simultáneamente millones de peticiones que logran saturar la web)".

Fuentes próximas a la compañía han precisado que el principal negocio del grupo es el de "voladuras para el sector de la minería y canteras", aunque cuenta con otras unidades, entre ellas una división en defensa y seguridad llamada Expal, centrada en "municiones, sistemas de armas, mantenimiento de vehículos y aeronaves y servicios de desmilitarización" y que cuenta con fábrica en Bielorrusia.

También dispone de una división centrada en munición deportiva para caza y tiro y otra en el ámbito de la industria química.

La facturación de Maxam supera desde hace años los mil millones de euros anuales, emplea a más de 6.000 personas, está presente en más de 50 países y vende sus productos en más de un centenar, según su memoria corporativa.

Sólo su división en defensa emplea a 1.300 trabajadores y cuenta con 11 centros de producción repartidos por España, Italia, Bulgaria, Dinamarca, Estados Unidos y Bielorrusia.

Los orígenes de la compañía se remontan a 1872, cuando Alfred Nobel -inventor de los explosivos y creador de los premios que llevan su nombre- fundó la Sociedad Española de la Dinamita en Galdakao (Bizkaia).

Años después, los principales productores españoles se fusionaron constituyendo la Unión Española de Explosivo (UEE, 1896), y tras una fase unida a la empresa Río Tinto mantuvo esa misma denominación hasta 2006, cuando pasó a llamarse Maxam.

Desde 2019 el grupo español está controlado de forma exclusiva por el fondo estadounidense Rhône Capital.