Pere Aragonès quiere llegar al aniversario de las elecciones del 14-F buscando rearmar la unidad del independentismo, a quien pidió ayer miércoles la "máxima movilización", para hacer frente al Estado, aunque su alegato chocó con los reproches de Junts por el balance cosechado por el diálogo. El president maneja un ronda de contactos con partidos y entidades soberanistas antes de la conferencia que tiene prevista para la citada fecha y donde anunciará su propuesta de futuro para Catalunya. "Es imprescindible que en este inicio de año volvamos a situar las cosas en su sitio y miremos cómo se puede avanzar", avanzó el republicano, enfrascado también en la polémica en torno a los Juegos de Invierno de 2030. Desde la formación posconvergente, su presidente, Albert Batet, le conminó a construir una "estrategia conjunta para avanzar hacia la independencia" y recurrir a las alternativas a las que se refirió el Jefe del Govern hace escasas semanas si la negociación con el Gobierno español encallaba o saltaba por los aires. En ese punto Aragonès tuvo que plegarse a la necesidad de perseguir la "máxima" unión "para obligar al Estado a implicarse de forma más clara y comprometida. Ahora mismo, su posición es no hacer nada y eso es una mala solución".

Junts le recordó que después de dos años la mesa de diálogo solo se ha reunido dos veces -una de ellas aún con Quim Torra al frente de la Generalitat- sin ningún propuesta concreta desde Moncloa, donde, a su parecer, dejan claro "que resolver el conflicto catalán no forma parte de sus prioridades porque nunca han tenido una voluntad real de negociación. Todo son evasivas y aplazamientos sine die". Un ejemplo de ello es haber paralizado este foro para primar la pandemia y la economía, y el caso omiso a la reforma del delito de sedición que se había predicado. Sin embargo, el president prefiere no caer en la desidia ni en ese pesimismo. "Estoy plenamente comprometido en la búsqueda de una resolución democrática y política. La sociedad catalana es madura y quiere decidir su futuro libremente, sin represión y mediante una votación reconocida y que permita aplicar el resultado con un reconocimiento y acompañamiento de la comunidad internacional", argumentó. Su ronda de contactos quiere fundamentarla en "lo que compartimos" y desde "activos" como la "movilización y la transversalidad". "Es la mejor manera de que quienes cierran los ojos a esta realidad los abran de nuevo", aseveró Aragonès.

proyecto polémico

Respecto a la polémica por la candidatura Pirineos-Barcelona a los Juegos de Invierno, el líder republicano señaló que si las comarcas catalanas que participarán en la consulta ciudadana sobre esta cuestión muestran su rechazo al proyecto, éste quedará aparcado en el cajón. Con todo, tuvo que enfrentarse a duras críticas de los comunes y de la CUP, contrarios a la celebración del evento, y también a las de Ciudadanos, que a pesar de ser favorable, considera que la candidatura debe hacerse de la mano de Aragón. Precisamente, Aragonès tiene previsto reunirse mañana con el presidente de Aragón, Javier Lambán, en un encuentro en el que abordarán, entre otros puntos, esta espinosa cuestión con posiciones divergentes entre ambos ejecutivos.

Los cuperos, después de retirarle su respaldo a los Presupuestos y de dejar tocada la mayoría soberanista del 52%, emplearon esta cuestión para azuzar a Aragonés. Dolors Sabater le reprochó que "haya tomado partido" y haya "excluido expresamente" de la consulta a las comarcas "más contrarias" a un proyecto que tachó de incoherente en plena emergencia climática, ya que "lo fía todo al turismo efímero, masivo, que genera precarización y no economía verde", solo para "contentar al Estado".

Le insta a una reunión. El jefe de la oposición, el socialista Salvador Illa, pidió una "reunión formal" al president para abordar puntos de colaboración que impulsen el progreso de la comunidad, encuentro que Aragonés aceptó si entre las cuestiones a tratar está el conflicto catalán. "Su Govern no va (...) Estoy dispuesto a ayudar para que el país no se pare", sentenció el líder del PSC. "Nunca he tenido problema en reunirme con usted. Quiero saber sus propuestas en torno al conflicto", le replicó el republicano.

"Todo son evasivas y aplazamientos 'sine die'. El Estado no tiene este conflicto como prioridad"

Presidente de Junts en el Parlament