Iruñea - Desde la promoción del turismo y la cultura, hasta la apuesta por proyectos estratégicos conjuntos en ámbitos como las energías renovables, las comunicaciones, la educación o la agricultura. “Las opciones que ofrece la eurorregión son múltiples”, señala la consejera navarra de Relaciones Institucionales. Agrega que, con casi nueve millones de habitantes, la cooperación transfronteriza con la CAV y Aquitania ofrece mayor capacidad de influencia ante la UE.

¿Por qué ha solicitado Nafarroa la entrada en la eurorregión?

-Porque consideramos necesario recuperar ese espíritu inicial de cooperación que ya fue percibido por los gobernantes navarros en 1992, cuando se formalizó un protocolo de cooperación con Aquitania y Euskadi. La eurorregión nos permitirá avanzar en estas relaciones de vecindad y emprender acciones de cooperación que propicien un crecimiento inteligente, sostenible e integrador de los territorios.

¿Se habían roto las relaciones?

-Navarra participó activamente hasta el año 2000. Luego el Gobierno transformó esta relación en convenios bilaterales, perdiendo así influencia y posibilidad de sumar sinergias de los tres territorios.

¿Qué supone la entrada de Nafarroa en la eurorregión?

-Está dentro de la estrategia por reforzar y consolidar el papel de Navarra en Europa, y nos permite disponer de una buena herramienta de cooperación. Es una oportunidad, un reto y un desafío que asumimos porque entendemos que va a influir de forma muy positiva en el desarrollo de Navarra.

¿Cuál va a ser su área de influencia real?

-Hay que tener en cuenta que junto a Navarra la eurorregión se ha ampliado por la parte francesa incluyendo a Limousin y a Poitou-Charentes. Con estos cambios, la población residente en esta eurorregión pasa de 5,5 a 8,7 millones de habitantes. Eso hace de la eurorregión un organismo más fuerte y con más capacidad de influencia frente a las instituciones europeas.

¿Eso en qué se materializa?

-De momento Navarra entra como miembro de pleno derecho, con la misma representación que las otras dos regiones. A partir de otoño podremos participar en proyectos que la eurorregión presenta para la obtención de fondos europeos.

¿Es una cuestión de interés meramente económico?

-No podemos vivir de espaldas a Europa. No nos lo podemos permitir económicamente, pero tampoco socialmente. Participar y cooperar en proyectos europeos, en espacios de influencia europeos, nos abre no solo oportunidades económicas y sociales, sino que nos permite tener una voz más autorizada para consolidar una Europa más social, más humana. Una Europa en donde haya respuestas humanitarias a crisis como la de los refugiados sirios.

¿Qué dotación económica tiene?

-En los presupuestos de este año hay una partida de 300.000 euros aunque todavía no se ha cerrado la cuota que Navarra debería abonar con su entrada en la eurorregión.

¿Qué papel juega la eurorregión ante las instituciones europeas?

-Europa se está configurando en macrorregiones. En ese ámbito, la eurorregión ofrece una buena dimensión para competir en la liga europea y garantiza la eficacia. Además, al estar configurada por dos países ante la UE ofrece un ámbito interesante como espacio de implementación de iniciativas supranacionales de cooperación. En un mundo cada vez más globalizado y con políticas más globales, formar parte de una estructura así permite interactuar ante la UE en mejores condiciones en materias tales como la captación de fondos, la promoción de proyectos, etc.

¿Qué ha supuesto la exclusión de todos estos años?

-Hemos perdido oportunidades de impulsar y participar en los proyectos que en estos años Euskadi y Aquitania han impulsado, un total de 347 en el periodo 2007-2013.