Bilbao - El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, marcó ayer distancias con la marejada de casos de corrupción en la política española que cada día copan los titulares de la prensa, al instar a los concejales, cargos públicos y militantes de su partido a no permitirse “ni la más mínima relajación” y a “no bajar nunca la guardia”, así como al abogar por seguir aplicando “la tolerancia cero” contra las corruptelas.

Ortuzar realizó este emplazamiento sobre el tema que, tras el paro, más preocupa a los ciudadanos en un acto en Amorebieta, donde intervino en el homenaje con motivo de cumplirse cien años de la elección del primer alcalde jeltzale del municipio, Luis Urrengoetxea, ocasión aprovechada para rendir también tributo al medio centenar de ediles que el PNV ha tenido en la localidad.

El presidente del Euzkadi Buru Ba-tzar defendió que Euskadi es “diferente también en conductas, transparencia y en gestión” e incidió en que los valores del PNV “son la honradez, la honestidad, la humildad y la confianza”. En ese sentido, sostuvo que ninguno de los concejales y alcaldes de su formación “se ha hecho rico” y añadió que “la puerta giratoria que les espera tras su paso por el ayuntamiento es la del portal de su casa”, pese a que “tienen que soportar la crítica fácil de quienes les equiparan con chorizos o mangantes”. Por ello, pidió a los concejales del PNV que mantengan “la cabeza bien alta” porque son “políticos a pie de obra, de pico y pala”, que quieren construir con su trabajo “una Euskadi más próspera y más libre”.

“La gente no quiere supermanes o superwomen, ni estrellas mediáticas. La gente requiere autenticidad, humildad, trabajo y honradez. Más que los grandes proyectos y las grandes inversiones, la ciudadanía demanda gente corriente que se preocupe por los pequeños o grandes problemas de los que nos rodean. Y eso somos el PNV, gente corriente, del pueblo, de casa”, aseveró.

Según destacó, el partido que preside entiende la política como un instrumento “para servir a las personas y al país”. “Hemos venido a servir, no a servirnos de este país”, abundó. “Si nuestros hombres y mujeres hubieran tenido la tentación de meter la mano al cajón, de favorecer a alguien o a algo, hace tiempo que nos habrían echado a patadas de los ayuntamientos y de las instituciones. Hace tiempo que la gente nos habría dado una patada en el trasero. Pero no lo ha hecho. ¿Sabéis por qué? -se preguntó-. Porque, afortunadamente, nuestros valores, los valores del PNV, son los valores de la honradez, de la honestidad, de la humildad, de la confianza”.

El dirigente jeltzale apuntó que, “con la misma convicción, con la misma vehemencia” con que reivindica la “honradez” de los cargos y militantes del PNV, les pide “no bajar nunca la guardia”. “Que sigáis siendo concejales, servidores públicos y afiliados ejemplares; que sigáis teniendo el bienestar de vuestros vecinos y la prosperidad de Euskadi en el norte de vuestra brújula política; que sigáis aplicando la tolerancia cero contra la corrupción; que sigáis volviendo cada noche a casa con las manos limpias y la conciencia tranquila”.

Estrategia de Bildu

En este punto, apuntó directamente a la estrategia que viene practicando EH Bildu en algunas localidades vascas. “Los mismos que antes nos llamaban españolazos, pero ahora colocan la rojigualda, ahora han cambiado de estrategia y pretenden darnos lecciones de honradez y decencia”, algo que calificó de “pura estrategia electoral”. “Os pido que mantengáis la cabeza bien alta -apremió Ortuzar-. Sois políticos y con honra. Eso somos el PNV, políticos con buzo de trabajo, políticos de pico y pala, que queremos construir, con nuestro trabajo y sudor una Euskadi más próspera y más libre”.

El dirigente jeltzale también puso al municipio de Amorebieta como “modelo de integración”, al haber acogido con “naturalidad” a varias comunidades de extranjeros, en un momento en que “algunos declaran la guerra al inmigrante”, en alusión al alcalde de Gasteiz, el popular Javier Maroto, al que no llegó a nombrar. “Es de aplaudir la naturalidad con que cientos de rumanos, en su mayoría rusos lipovenos, se han integrado en Amorebieta y entre los zornotzarras, aportando su trabajo, su esfuerzo y sus ganas de prosperar en la vida”, remarcó. - DEIA/E. P.