Bilbao. El intento del senador de Napoleón de formar Nueva Fenicia se fraguó cien años antes de la propuesta de Sabino Arana.
Sitúenos en la época de su libro.
Comprende de 1789 a 1815. Es una de las más importantes de la historia universal. Es la bisagra entre el antiguo régimen y la etapa contemporánea, los regímenes liberales, las revoluciones burguesas. La primera revolución burguesa es la francesa. Garat es parte de ella cuando los fueros de Iparralde desaparecen, los primeros.
¿Quién fue Garat? ¿Era euskaldun?
Un abogado, periodista, intelectual, buen orador, político, representante del Biltzar de Lapurdi, institución similar a la Juntas Generales. Era euskaldun, escribió en euskera, pero no le podemos considerar nacionalista. Fue pre o protonacionalista y con planteamientos diferentes al que cien años después propuso Sabino Arana, derivación del carlismo tradicional, conservador, muy religioso: euskaldun fededun. Arana parte de Bizkaia para terminar en el todo. Garat bebe de fuentes francesas. Su concepto vasco está muy encardinado con la revolución: centralista y liberalista que no prosperó.
¿Es el primer libro que abunda en la Nueva Fenicia de Garat?
Sí, es el primero que incide en el tema como monográfico. Otros, no muchos, lo mencionan incluso en algún capítulo concreto, pero éste es el único que habla de ello en general.
¿En aquel tiempo existía la palabra vasco o todos eran 'vizcainos'?
Sí existía la palabra vasco, pero se utilizaba vizcaino para hablar de todos los vascos. Incluso se decía la lengua vizcaina. No existía una unidad territorial o política. Cada provincia era suya con sus fueros, sus leyes e instituciones. Será a mediados del siglo XVIII cuando surge Irurak Bat, luego Laurak Bat por la asociación de amigos del país.
¿En qué se basaba para afirmar que los vascos provenían de los fenicios?
Él estaba seguro. Hay textos en boga en esa época, que concluían que el euskera y el hebreo tenían muchos puntos en común. Cosa que luego se ha sabido que no. Estamos en el origen de investigaciones así, incluso poco antes por Larramendi, que propuso las provincias unidas del Pirineo. Él siempre escribió sus libros en clave de contestación. Cuando le decían que el euskera era una lengua inventada, él decía que no, que era antiquísima. También es el contexto en el que Astarloa o Humboldt hablan de vascoiberismo. Garat se suma a ello, pero cree que el euskera es una derivación del hebreo, idioma de lo fenicios. Y que el escudo de Navarra era el escudo de Fenicia.
¿Qué territorios actuales ocuparía la alternativa de Garat?
Las cuatro provincias de Hegoalde y tres de Iparralde, a pesar de que en uno de sus últimos escritos incluye también a Santander y no incluye a Baiona, porque siempre se la había considerado una ciudad gascona. En Baiona, en aquella época, el idioma gascón era más potente que el euskera. No acababa de aceptar Baiona, tampoco que él hubiera nacido en Baiona, ya que desde muy pequeño se fue a vivir a Ustaritz y se sentía de allí. Incluyó a Castro o Laredo, pero Nueva Fenicia no es cierto, es lo que él pensaba.
¿Sabino Arana conocía el proyecto de Nueva Fenicia del lapurtano?
Nunca comentó el tema, que yo sepa, pero seguro que sí lo conocía. No le gustaría nada. Como también conocía a Joseph-Augustin Chaho, quien hizo un planteamiento de unidad vasca pero más bien republicano y de izquierdas. A Sabino Arana le parecía horroroso.
¿Por qué le interesó a Napoleón esta alternativa?
Le interesó porque era un personaje contradictorio. Como espíritu de la revolución era muy centralista, pero al tiempo que entra desde Lisboa a Moscú, crea repúblicas: Bátava, Etruria… territorios satélite basándose en costumbres. Él era hijo de un líder independentista corso. Quería una única cultura y lengua, pero se mostraba permisible a propuestas así. Le animó a Garat. La creación de un Estado vasco no prosperó porque la guerra en España aconsejaba mantener un territorio controlado desde París que hiciera de cortafuegos. Y después, por su derrota.
Con el emperador francés se creó una Bizkaia como la CAV actual...
Creó cuatro gobiernos: el de Bizkaia, que incluye a Bizkaia, Araba y Gipuzkoa. Es la primera vez que surge un territorio unificado, como la CAV de ahora, Navarra, Aragón, de Zaragoza para arriba y Catalunya. Napoleón quiso que la frontera estuviera en el Ebro. En 1812, el emperador anexionó a Catalunya a Francia. También lo intentó en Navarra.
¿Su libro se vende en la estantería de ensayo o de novela?
Es un ensayo disfrazado de novela. No es una novela histórica, sino una historia novelada.
¿Para aligerar el texto?
Sí. Es una forma de hacer más fácil la historia. Todos los personajes son reales, sus argumentos están sacados de actas reales. No hay ficción. En la librería estará en ensayo.
¿Cómo llega usted a Nueva Fenicia?
Porque es un tema muy sugerente, poco conocido y muy actual: el soberanismo ahora en boga, el euskera, el departamento vasco de Iparralde, la participación o no en las instituciones… Me informé con bibliografías, en la memorias de Godoy, cartas de José Bonaparte y el Archivo Histórica Nacional.
¡Pepe 'Botella' era abstemio!
Sí, y un playboy.
En México, la portada del libro hubiera sido polémica. Viste a Napoleón con una ikurriña...
En este caso ha gustado en general. Me gusta por llamativo, original, diferente. En México el primer delito es la traición a la patria. La bandera como ikurriña no existía hasta los hermanos Arana para Bizkaia. Sí había una parecida de los legitimistas, antinapoleónicos. Con los mismos colores, bicrucífera.
¿Los hermanos Arana la conocían? Probablemente no. Era un grupo muy pequeño y en la guerra de Sucesión hubo una parecida en las borbónicas… Me gusta cómo ha quedado, el cuadro de Napoleón cruzando los Alpes siempre me ha gustado. No queda claro que sea la ikurriña.
¿Hay alguna referencia en su libro a la Euskadi actual?
Sí, aparece Gasteiz.
Fue capital con José Bonaparte, ¿no?
Sí, pero primero la capital fue Donostia. Luego Gasteiz. Donostia llegó a ser capital de Bizkaia (risas).