HOY se cumplen 75 años de una marcha del PNV en Artxanda (Bilbao) que propició, días después, en Loiola, la creación del Euzko Gudarostea y sus 26 batallones. El 4 de agosto de 1936, el Partido Nacionalista Vasco convocó a sus juventudes en el alto que paradójicamente fue último lugar de resistencia antifranquista en Bilbao el 19 de junio de 1937. Tras el fracasado golpe militar español, Euzkadi Mengoxale Batza se movilizó para hacer frente a los contrarios a la Segunda República. En cuestión de días nació la figura de los gudaris, voluntarios que partieron a la guerra bajo el himno del Euzko gudariak (creado en 1932), letra del entonces miembro del BBB Jose Mari Garate, y melodía herrikoia que, según estudios de José Luis Ansorena, podría tener su origen en la zona de Aramaio y podría titularse Atzo Bilbaon nengoen, más conocida entonces como Domingo Kanpaña o Mando baten gañean.
A aquel acto matinal organizado por el PNV acudieron "el coronel de la plaza Piñerua, el comandante de las fuerzas de Asalto Aizpuru, el capitán de Estado Mayor Lafuente, los miembros del BBB del Partido Nacionalista Vasco, los directivos de ANV y los diputados Aguirre y Torre", según cita el senador jeltzale, Iñaki Anasagasti, hijo de un gudari de Juventud Vasca y comisario del batallón Larrazabal.
A este llamamiento "acudieron unos cinco mil mendigoizales, que armados con escopetas de caza desfilaron en Artxanda a las órdenes de Ramón Azkue a primeros de agosto de 1936", cifra De la Granja en su libro Mendigoizales. Con todo, el 25 de septiembre se creó el Euzko Gudarostea "al unificarse las compañías que se estaban organizando en los diferentes acuartelamientos" y con Azkue como comandante, cita Carlos A. Pérez en un estudio. "Tras la revista de Artxanda del 4 de agosto de 1936, el PNV no envió a sus gudaris al frente hasta el 24 de septiembre", desglosa Pérez.
Tal día como hoy hace 75 años fue "clave y germen de la construcción del Ejército de Euskadi", valora Anasagasti. Un mozo de 21 años que ya suma 96 estuvo allí. Fructuoso Pérez Arróspide (Bilbao, 1915) marchó entre aquella marea humana ordenada. Este bilbaino se autocalifica como "uno de los seis primeros voluntarios de Juventud Vasca que se apuntaron a los batallones" de Euzko Gudarostea. Entonces, él era presidente de una de las secciones de Euzkadi Mendigoxale Batza. También es una de las personas vivas con más años de carné del PNV, desde 1934. Quien desde 1939 reside en Argentina vivió aquella marcha del PNV en Artxanda. "Dicen que fuimos miles, ¿pero cuántos son miles? Fuimos menos, cabíamos en aquella campa que se usaba como campo de aviación, donde podías hacer un recorrido en avioneta por Bilbao por 25 pesetas. Allí nos reunimos, en aquel campito, antes de llegar a la ermita", valoró a DEIA quien fuera amigo de "Ramontxu Sota, Esteban Urkiaga Lauaxeta o el lehendakari Leizaola". Fue gudari de los batallones Otxandiano y Oldargi, y resultó herido de bala en la caída de Gernika en manos de los sublevados, 72 horas después del bombardeo.
En su día, sin embargo, el presidente de Juventud Vasca, José Mari Barrenetxea, le contó a Anasagasti que eran "miles, desfilando en columnas de 500". El senador jeltzale valora que fue un "acto simbólico, de fuerza, de que no se iban a permitir desmanes". Después de un mitin, los presentes entonaron el himno Euzko Abendaren Ereserkia -con letra de Sabino Arana- y "Artxanda se conmovió en sus entrañas como si presintiese el día en que habría de empaparse en la sangre de aquella juventud ilusionada", agrega Anasagasti.
organización Encabezaron el desfile abertzales conocidos como el citado Ramón de Azkue -miembro del BBB y organizador de la concentración- y Lauaxeta. Días después se constituyeron los primeros batallones nacionalistas en Loiola y, con los primeros voluntarios de los batzokis de Bizkaia, la unidad Arana Goiri. "Se crearon las juntas de resistencia después de presentar en Artxanda la disponibilidad de hacer frente a los militares sublevados", concluye Txomin Saratxaga, de Betiko Lagunak.