Bilbao. Juan Martínez de Irujo, en frente, Aimar Olaizola. Dos favoritos, dos campeones cara a cara en un escenario grandioso, exquisito, digno del choque que esta tarde -a partir de las 18.30 horas- medirá a dos de los mejores pelotaris del panorama actual. Con la grada dividida, a favor de colorado o azul, y con el pase a semifinales del Campeonato Manomanista en juego, los dos navarros, ilustres invitados a la inauguración del Bizkaia, darán la bienvenida al frontón bilbaino a la competición mano a mano. Victorioso el de Ibero en el Cuatro y Medio, vencedor el de Goizueta en el Parejas, ambos lucharán por vestir durante todo el año la elástica colorada, la misma que diferencia al campeón Manomanista del resto.
En la inmensidad del frontis, pizarra negra, piedra caliza de Deba, retumbarán los pelotazos de los representantes de Aspe y Asegarce. En un duelo épico, a cara de perro, a toda la cancha, los 36 metros que separan el frontis del rebote transparente disfrutarán con las carreras de uno y otro, con sus golpes, con los aciertos y los fallos.
Los recuerdos de ambos del frontón que se eleva en lo alto de Miribilla son buenos. Aimar fue el último de los dos en celebrar una victoria sobre la cancha bilbaina. Brazos en alto, txapela en la cabeza, el goizuetarra se alzó al primer cajón del podio para celebrar la victoria en el Campeonato de Parejas, cuya final se disputó el pasado 17 de abril. Acompañado por Aritz Begino, el pequeño de los Olaizola salió victorioso del Bizkaia. Tras un duelo sobresaliente, en el que el navarro se convirtió en la estrella, en el Mesías que guió a Asegarce a un nuevo título, Aimar volvió a encontrar su juego, el nivel exhibido tiempo atrás, antes de lesionarse de gravedad de la rodilla.
Irujo, en el partido que sirvió para inaugurar el frontón Bizkaia, también encontró la senda del triunfo. En un choque que le midió a quienes a la postre se convirtieron en campeones, el delantero de Ibero y David Merino -excelente en aquel encuentro- sumaron su primer punto en la liguilla de semifinales del Campeonato de Parejas. Esa fue la primera y única vez que el navarro saltó a la cancha bilbaina. Espectador de lujo en la final, el de Aspe tendrá esta tarde la oportunidad de sumar su segunda victoria en el Bizkaia.
un partido especial Siempre que coinciden Juan Martínez de Irujo y Aimar Olaizola en un frontón, el choque se convierte en especial. Las expectación que levantan ambos pelotaris, la gran cantidad de seguidores que les siguen allá donde van hacen que el encuentro sea único. Aunque el partido llega pronto, en los cuartos de final -ronda en la que nunca han medido sus fuerzas ambos delanteros-, y con los pelotaris sin estar en su mejor momento de forma, el de esta tarde será un duelo especial.
El de Ibero, que acude a la cita con una fibrosis (acumulación de tejidos muertos) en su mano izquierda, lo que le ha impedido competir en las seis últimas semanas, llega con la moral a tope. "El problema fue de cierta importancia, pero después de haber realizado tres entrenamientos bastante exigentes parece que no habrá ningún problema", reconoce Patxi Eugi, botillero de Juan. "Después de tanto tiempo sin jugar los primeros tantos serán decisivos para saber cómo se encuentra Irujo".
Olaizola II, por su parte, señaló hace una semana que el estado de sus manos tampoco era el ideal, sin embargo, eso no le impidió pasar por encima de Merino II, a quien no dio ninguna opción. Su hermano, Asier, que estará acompañándole mañana como botillero, no cree que Aimar vaya a tener problemas a la hora de golpear la pelota y asegura que "aunque nunca es un buen momento para jugar contra Irujo, el haber ganado la final del Parejas le ha dado un punto más de confianza".
Así, en el frontón negro de Miribilla, dos de los favoritos para hacerse con la txapela del Manomanista se verán las caras esta tarde en un duelo de cuartos pero con aroma de final, de gran final.