Duración: 38 minutos.
Saques: 1 de Olaizola I y 8 de Idoate.
Pelotazos: 156 pelotazos a buena.
Tantos en juego: 4 de Olaizola I y 8 de Idoate.
Errores: 6 de Olaizola I y 3 de Idoate.
Marcador: 0-5, 2-9, 4-9, 4-13, 5-18, 8-18 y 8-22.
Incidencias: Buena entrada en el Labrit para presenciar el primer encuentro de los cuartos de final del Campeonato Manomanista.
bilbao. Un monólogo, un completo soliloquio de Mikel Idoate. El partido disputado en el Labrit iruindarra no tuvo demasiada historia, poco más de 38 minutos y 166 pelotazos para completar los 28 tantos del encuentro. No tuvo su día Asier Olaizola, que reaparecía después de tres meses de lesión, y sí estuvo fino el joven delantero de Aspe, de matrícula. Arrolló al goizuetarra y las semifinales, en las que espera rival, ya son una realidad para él. Una gran sorpresa para un debutante en el Campeonato Manomanista y que apenas lleva una docena de meses codeándose con los mejores. Ayer, de manera fácil, se impuso a Olaizola I por un cómodo 22-8.
La inactividad pasó factura al mayor de los hermanos Olaizola. Incómodo en la pista, "descanchado" como dijo su rival al término del partido, el de Asegarce se mantuvo durante todo el encuentro a contracorriente, incapaz de recortar la distancia con Idoate en el marcador. Los papeles parecían cambiados, la serenidad la puso el joven; el nerviosismo, Asier.
El duelo se decantó a favor del de La Txantrea desde el primer momento. Con un parcial de 5-0 dejó claras sus intenciones y avisó a su contrincante. Estancado, falto de ritmo y sin ideas, su hermano, ejerciendo de botillero, viendo que el partido se estaba poniendo muy cuesta arriba desde el inicio, solicitó el primer descanso para intentar frenar el empuje de Idoate.
Pareció surtir efecto, pero solo lo pareció. Dos tantos seguidos de Asier. Fue como un espejismo en el monólogo del txantreano. El joven delantero volvió a coger las riendas del encuentro y siguió ampliando su ventaja en el luminoso. El mayor de los Olaizola, incapaz de hacer nada ante el buen hacer de su rival, solo podía sumar tantos en contadas ocasiones.
Idoate, prácticamente perfecto en el juego -solo cometió tres errores-, cimentó su triunfo con el saque, con el que logró sumar ocho tantos. Cuando no consiguió hacerlo de manera directa, el posterior remate le daba el punto. Una máquina perfectamente engrasada.
Asier Olaizola solo pudo reaccionar al final, cuando todo el pescado estaba vendido. Sin opciones de conseguir la victoria, el de Goizueta encadenó tres tantos de manera consecutiva, del sexto al octavo. Nada inquietante para su rival, muy sereno durante todo el duelo y que para esas alturas del partido ya había conseguido sumar 18. Y es que ayer en el Labrit solo hubo un pelotari en la cancha. Fue un absoluto monólogo de Idoate.