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El Labrit yace congelado, helado, bífido, entre el espanto y la duda, Aimar Olaizola está en el suelo, sujeta su rodilla derecha. Patxi Ruiz asiste a una tarde oscura. Sucedió el 24 de abril, con el Manomanista como testigo. Seis meses después, mañana, el mismo escenario será testigo del renacer del delantero de Asegarce. "Ya es mi segunda lesión importante, así que no fue algo tan traumático", afirma Olaizola, quien, recuperado, remata que "hay que pasar cuanto antes página. Yo soy una persona que no le da muchas vueltas a las cosas; lo que hice y lo que está hecho es pasado y, ahora, tengo que centrarme en mejorar".

"Es importante, después de estar tanto tiempo sin jugar, volver", señala el goizuetarra. "Al principio, la lesión fue un palo bastante grande, pero tenía muy claro que tenía que trabajar mucho para recuperarme lo mejor posible", recuerda el navarro, quien apostilla que "lo peor fue la operación y los primeros días, porque no me podía mover".

"Desde el principio sabía que tenía algo grave. Lo asimilé y sabía que debía ser constante en la rehabilitación", recita Aimar. El goizuetarra, sabedor de la receta que le iba a aupar a ver la luz al final del túnel, adoptó una postura optimista. "Ante este tipo de lesiones, es importante también cómo las coja cada uno. Yo tenía confianza y me han salido las cosas bien", sostiene. Aimar, asimismo, admite que "siempre hay que ser positivo. Dar vueltas a lo que ha pasado es en balde. No sirve para nada". La operación, llevada a cabo por el equipo del prestigioso traumatólogo Mikel Sánchez, salió perfecta y, entonces, comenzó la siguiente fase de la recuperación. En ella, el de Goizueta trabajó con la rodilla derecha recta y trabajando movimientos básicos. "La misma rodilla era la que tenía que poner los plazos de la recuperación", comenta el goizuetarra, quien adoptó esta postura, sin mirar el cronómetro, para alcanzar su máxima recuperación. "Para este tipo de lesiones poner plazos es en balde. La misma rodilla te dice el momento en el que volver a las canchas". Para conseguir su propósito, el cuentakilómetros de Olaizola se agigantó. Durante los meses de rehabilitación, Aimar se desplazaba casi diariamente 250 kilómetros, lo que muestra su compromiso. "Además, estuve en muy buenas manos. Itxaso Sánchez, la fisio, se preocupó mucho y trabajó conmigo todos los días".

"Desde mi familia sobre todo me pedían paciencia. La que más ha tenido que aguantar, quizás, ha sido mi novia, con la que convivo. Pero, por lo demás, no he tenido ningún problema, lo he llevado bastante bien. Tenía bastante claro que tenía que trabajar mucho y yo mismo veía que mejoraba cada semana", declara el delantero de Asegarce. El de Goizueta, además, ha tenido que ver desde la barrera el devenir del Manomanista, los torneos veraniegos y, ahora, el Cuatro y Medio, su competición fetiche. "Cuando veo los partidos me entra un poco de envidia sana. Tengo ganas de vestir de blanco y, cuando no puedes...", admite Aimar, que ha estado pendiente de la evolución de un ciclón llamado Abel Barriola, que también sufrió su misma lesión. "Ha sido importante también su recuperación. En la mía no he tenido contratiempo alguno y ver que Abel ha cogido ya el nivel es muy importante para mí", sostiene.

"El desplazamiento tanto al ancho como al txoko, si me mueven, me cuesta mucho. Por eso, hemos decidido entrar ya a jugar. En los entrenamientos, la cabeza no te deja, y, entonces, decidimos volver", añade Olaizola con la vista puesta frente a su puesta de largo en el Labrit. "Me encuentro todavía un poco justo. No he tenido molestias y haber si cojo poco a poco el juego y quito el miedo. Me gustaría estar un poco mejor para el Parejas", finaliza.

titín e irujo, en el adarraga Titín III y Juan Martínez de Irujo apartaron ayer material para el duelo que les enfrenta en el Adarraga el domingo. El delantero de Tricio escogió cueros de 104.9 y 104 gramos, mientras que el actual campeón manomanista eligió pelotas de 106.9 y 106.7 gramos. "El duelo será complicado porque Augusto parece que está acabado pero nunca lo está, será difícil y encima jugamos en La Rioja", señaló el de Ibero.