Duración 65 minutos; 25, de juego real.
Saques 1 de Irujo y 2 y 1 falta de Xala.
Pelotazos Se cruzaron un total de 536 pelotazos a buena.
Tantos en juego 9 de Irujo, 7 de Xala y 1 de Barriola.
Errores 6 de Irujo, 3 de Xala, 6 de Beloki y 2 de Barriola.
Marcador 1-0, 1-1, 1-4, 2-4, 2-6, 3-6, 6-6, 6-8, 7-8, 7-10, 8-10, 9-10, 9-12, 10-12, 10-14, 12-14, 12-15, 13-15, 13-16, 14-16, 14-20, 15-20, 15-21, 16-21, 16-22.
Incidencias Buena entrada en el Ogueta de Gasteiz. El dinero salió 100 a 70 por Xala y Barriola.
gasteiz. A Pierre, el padre de Xala, ensillado en la sobriedad de una butaca de cancha, el estómago le pellizcaba, los nervios trasteándole el ánimo, revoltosos por lo epidérmico del duelo que acontecía, un apoteosis sensacional, un garabato gozoso en el que Yves e Irujo alcanzaban las mayores cotas imaginables en un espectáculo fastuoso. En ese juego de niños, un lujo para los sentidos por lo descomunal de la belleza, la precisión, el coraje, la defensa, la imaginación de Juan y Xala, a Pierre le boxeaba con semejante vigor y entusiasmo el corazón, desbocado, que lo volteaba de lado a lado de la silla entre tanto y tanto. Los efectos del impacto del despliegue de Martínez de Irujo y de Xala eran una celebración. Dos delanteros insobornables en su tarea de desarrollar un partido taquicárdico cada vez que asomaba una posibilidad de sumar. Así que a Pierre no le abandonó el sobresalto ni cuando cayó el telón, y vio saludar sonrientes a su hijo Xala y a Barriola, su maravilloso zaguero, que disputan esta noche (22.15 horas, ETB-1) ante Titín III y Zubieta la final de La Blanca.
Tuvo el envite la apostura de las grandes galanes, la magnitud de las obras imperecederas, las que se cuelan en el archivo que compone el imaginario colectivo, el recuerdo. Xala y Barriola mezclan estupendamente e hicieron de su sociedad un alianza inexpugnable, sobre todo porque Beloki se quedó cortó y Juan, a pesar de realizar un ejercicio de magia -firmó un gancho a resto de saque desde el cinco de aspecto histórico- se le acumuló demasiado la tarea en el segundo tramo del duelo, cuando más se le vieron las costuras a Rubén en su pugna con Abel. Le faltó al zaguero de Burlata, que todavía necesita tiempo para alcanzar la temperatura competitiva idónea tras su larga lesión, pegada para poder mantener el pulso con Barriola, muy consistente de punta a punta. El leitzarra es un seguro de vida, una tarjeta con el crédito inagotable.
Sin necesidad de mirar por el retrovisor porque ese paisaje era propiedad de Abel, Xala se aplicó en el alambre ante Irujo, que evidenció su ascendente. El de Ibero taponó el mejor arranque de Yves y Abel con un trueno en la zurda. Fue fulgurante Juan, acertadísimo en la definición, con el frac, y muy laborioso en la mina, con el pantalón de mahón. Sucedía que la corriente del duelo señalaba al lekuindarra y Abel, dos cuadros por delante de Beloki.
La jerarquía y el orgullo de Juan les situó con vida hasta el entreacto, justo hasta que la lija de Barriola fue laminando la resistencia de Rubén, al que le salvaba el oficio. El campeón del Manomanista barría todos los frentes, pegado al riesgo en cada aparición porque no le quedaba otra. El esfuerzo, titánico de Juan, colosal, no logró, sin embargo, voltear la progresión de Xala, con los incisivos bien afilados, y Barriola, un cheque en blanco, aunque alimentó los sobresaltos de Pierre.