Jon Rahm carga las pilas para The Open

Jon Rahm sigue coleccionando puestos entre los diez primeros cada vez que sale a un campo de golf. El domingo firmó el séptimo puesto en el US Open un mes después de acabar octavo en el PGA Championship, a los que hay que sumar los ocho que ha sumado este año en el LIV Golf. En Quail Hollow, un mal final cuando acechaba a Scottie Scheffler le hizo perder posiciones. En Oakmont, tres birdies seguidos para concluir la cuarta ronda le permitieron firmar la mejor vuelta del día (-3), escalar hasta ese séptimo lugar y ser durante un buen rato el mejor registro en la casa club.

No obstante, tampoco esta vez el barrikoztarra estuvo en la pelea por la victoria.La suma de su primera y cuarta vueltas (-4) habría sido un registro ganador, pero en la segunda y la tercera su juego no brilló y eso lastró sus opciones de levantar su segundo US Open. “Es curioso porque no siento haber jugado muy diferente de los otros días”, afirmó tras cerrar su concurso en Oakmont, un campo que se cobró muchas víctimas, excepto una. JJ Spaun, que hasta el domingo solo había sumado dos victorias en el PGA, logró su primer major de una manera imprevista, sobre todo después de que en los seis primeros hoyos hiciera cinco bogeys.

Pero la tormenta que descargó a mitad de recorrido puso el torneo patas arriba e hizo sacar al californiano lo mejor de sí mismo. Los bogeys fueron cayendo, los líderes se sucedieron, pero Spaun comenzó a hacer birdies y con cuatro en los últimos siete hoyos acabó como el único jugador bajo par al final de los 72 hoyos. El último de ellos, al embocar un putt desde 21 metros, terminó por arrebatarle la ilusión a Robert MacIntyre, que aguardaba en la casa club con uno sobre par, culminó la mejor semana de una carrera hasta ahora anónima y llevó a Spaun al primer plano y al número 7 del mundo.

El recorrido de Pensilvania cumplió las expectativas de la USGA, por algo es el campo que más veces ha acogido el US Open, provocó un torneo muy agitado y divertido e hizo sufrir y frustrarse a todos, incluido el número 1 del mundo Scottie Scheffler, que terminó igualado con Jon Rahm. Por ejemplo, Joaquín Niemann y Bryson DeChambeau, los grandes rivales del barrikoztarra en el LIV, ni siquiera pasaron el corte. Rahm protagonizó una reacción tardía, pero que le sirve para cargar pilas de cara a su próximo gran objetivo, The Open. El major británico se jugará en los links de Royal Portrush, en Irlanda del Norte, un territorio donde el vizcaino ya ha ganado un par de veces. Será una buena oportunidad de asaltar otro de los grandes ahora que les ha vuelto a coger el punto y en los que este año su peor puesto ha sido el decimocuarto en el Masters. Antes, le esperan un par de citas del LIV: del 27 al 29 de junio en Dallas, y del 11 al 13 de julio en Valderrama.