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Jon Rahm quiere lucir en su noveno Masters

El ganador de 2023 arranca con optimismo una edición que será especial para jugadores como Olazabal, que aspira a pasar el corte, y Sergio García

Jon Rahm quiere lucir en su noveno MastersEFE

El Masters es el único major que se juega siempre en el mismo campo, ese Augusta National cuyos secretos hay que desentrañar año a año en cada edición, y son ya 89 con la que arranca hoy, se introducen pequeñas modificaciones en los hoyos. “Es tan especial que no te puedes quedar con ningún hoyo ni quitar nada”, comentael ganador de la chaqueta verde en 2023. Hace unos meses un huracán que azotó la zona se llevó algunos árboles y el hoyo 15 lo han alargado unos metros y ahora es difícil alcanzar el green de un golpe. Pero este vergel del estado de Georgia mantiene sus esencias, sus tradiciones, como ese concurso de pares 3 que el golfista de Barrika compartió ayer con su familia y con la de su amigo Tony Finau, aún más numerosa.

Hoy ya toca competir y Rahm, en busca de su segunda chaqueta verde, saldrá a las siete y media de la tarde en Euskadi junto a Wyndham Clark y Tommy Fleetwood a la que será su novena participación en el Masters, un torneo que, como otros campeones, tiene el derecho a jugar de por vida y que nadie quiere perderse si físicamente está en condiciones. Es el caso de Txema Olazabal, que cerca de cumplir los 60 años está en su trigesimosexta presencia en un torneo que ha ganado dos veces. “Estoy encantado de estar aquí. Es un privilegio y un premio y quiero disfrutar todo lo que pueda”, dice el hondarribiatarra, que sigue compitiendo en los circuitos de veteranos y quiere repetir lo que logró el año pasado: pasar el corte. El inconveniente para él es que “el campo está cada vez más largo, sobre todo después de las lluvias de principio de semana”.

También será muy especial este Masters para Sergio García, que disputará su major 100 en uno de sus mejores momentos de los últimos años. Solo dieciocho jugadores en la historia han superado esa cifra de presencias en los grandes y el castellonense aspira, por su estado de forma actual, también a su segunda chaqueta verde en un campo con el que ha tenido una relación de amor-odio ya que también comparte con otros dos jugadors el peor récord de golpes en un hoyo, trece en el 15 en 2018, el año en que defendía título.

La gran ausencia de este año en el Masters es Tiger Woods, convaleciente de una rotura del tendón de Aquiles que puede mermar su competitividad de forma definitiva. Y será la última aparición de Bernhard Langer, el alemán que juega a los 67 años el último de sus 41 Masters, en los que se anotó dos victorias. Y eso que hace unos meses aún ganaba torneos con rondas más bajas que su edad.

Scheffler, a por la tercera

La curiosidad la ponen los daneses Rasmus y Nicolai Hojgaard, primeros gemelos que disputan el Masters el mismo año. Y otros nombres marcan la previa del Masters, empezando por Scottie Scheffler. El último ganador y número 1 del mundo no ha empezado el año al excelso nivel del anterior por culpa de una lesión en la mano, pero tiene que contar necesariamente entre los favoritos a poco que saque su mejor juego. Entre 1962 y 1965, Arnold Palmer y Jack Nicklaus se alternaron en las victorias y ahora puede ocurrir lo mismo con el texano y Rahm, algo que al de Barrika le motiva especialmente.

Otro de los favoritos debe ser Rory McIlroy, aunque el norirlandés lo es en cualquier Major que disputa. Ahora vuelve a cargar con la misma mochila, la de que el Masters es el único major que no ha ganado. Han pasado ya once años desde su último triunfo en el British Open de 2014 y tres de su segundo puesto, el mejor suyo en Augusta. Sus victorias este año en el AT&T de Pebble Beach y The Players son un buen aval.

Ángel Cabrera

De la cárcel al Augusta National

Segunda oportunidad. Si Tiger Woods fue la gran ausencia en la cena de campeones del Masters, hubo un jugador que vivió la noche de forma emotiva. Ángel Cabrera, ganador en 2009 y segundo en 2013, regresa a Augusta tras ser condenado por violencia de género y resistencia a la autoridad y pasar dos años en la cárcel. “El pasado ha quedado atrás. Me arrepiento de haber hecho las cosas mal”, afirma el golfista argentino de 55 años, que siente que merece estar en el Masters y agradece “lo bien queme han recibido los compañeros”. La semana pasada ganó un torneo del circuito de veteranos y, por ello, quiere aprovechar “esta segunda oportunidad que me ha dado la vida”. – R. Calvo