En un deporte en el que el tiempo lo es todo, la Herri Krosa de Bilbao sobrevive en el mundo del atletismo como una chalada excepción. En pleno año olímpico, en el que el ugandés Joshua Cheptegei se colgó el oro tras triturar el récord de los 10.000 metros parando su reloj en 26:43,14, la carrera patrocinada por DEIA rehúsa de podios y medallas. Así, en una temporada destacada por las plusmarcas mundiales del etíope Yomif Kejelcha en la Media Maratón de Valencia (51:30) y de la keniata Beatrice Chebet en los 10.000 del Prefontaine Classic (28:54,14), la popular prueba bilbaina vuelve a renegar de las clasificaciones y la competición. Por eso, en su 35º edición, la Herri Krosa mantendrá su filosofía de siempre. Esa que convierte a todos sus participantes en ganadores. “Ellos son la parte fundamental de esta prueba, que es una carrera para disfrutar con la cuadrilla, con la familia o incluso en solitario… Unos competirán para hacer tiempo personal, otros para ganarle una comida al amigo, otros no competirán...”, dice Aitor Oria, una de las caras visibles de la organización.

De esta forma, los promotores ya tienen preparados los miles de trofeos que esperan repartir mañana, cuando los miles de corredores crucen la meta situada en Gran Vía con los brazos en alto, como auténticos campeones. Porque para los organizadores de la prueba, lo son. Independientemente de la posición e indistintamente del tiempo. Y van a cumplir así 35 ediciones. “Nosotros desde el principio, desde el primer año, cogimos una filosofía clara en la que no había nombres propios. Creemos que es una filosofía muy bonita porque todos los participantes se ven como iguales y, de hecho, todos tienen que llevar la misma camiseta blanca. Y hemos sido fieles a ella para que todo el mundo pueda disfrutar de la Herri Krosa”, prosigue Oria.

Los únicos números de los que se habla en la prueba es de participantes. Y se hace además a regañadientes, porque la organización asume como inalcanzable la plusmarca de 10.074 corredores que se alcanzó en la edición de 2002. Unas cifras que ahora son una utopía. Con todo, cerca estuvo de batirse el récord el año pasado, cuando el paso de la Herri Krosa por el interior de San Mamés con motivo del 125 aniversario del Athletic sirvió de aliciente para 10.000 atletas. Y es que ese fue el número máximo de participantes fijado por motivos de seguridad. “Nos decían que por qué solo permitíamos 10.000 atletas, pero es que es un recorrido de 10 kilómetros que encima pasaba por San Mamés. No puedes meter a 25.000 personas en un estadio de esas características y, para nosotros, la seguridad es lo más importante porque hacer un recorrido urbano por Bilbao no es fácil y para que todo el mundo disfrute, la seguridad es esencial”, explica el organizador.

Esta edición, la 35, no contará con el atractivo de pasar por el interior de La Catedral rojiblanca puesto que la carrera patrocinada por DEIA vuelve a su recorrido habitual, ese que tantas alegrías le ha dado. Por lo que la organización estima que serán más de 8.000 los valientes que el domingo se calzarán las zapatillas para teñir Bilbao de blanco. “Nos vamos a mover entre los 8.000 y los 9.000 participantes, que no está nada mal. Es una horquilla que nos gusta porque después de 35 años significa que la carrera gusta”, dice Oria.

Gran Vía, salida y llegada

De esta forma, lo único que cambiará respecto a la edición del año pasado es el recorrido. San Mamés no formará parte de él y, por ello, la Herri Krosa volverá a su circuito de siempre. El que tantas alegrías le ha dado. “El hecho de que la carrera participara en el 125 aniversario del Athletic fue muy bonito, pero este año volvemos a nuestra historia. Al recorrido de siempre. Un recorrido sencillo para los participantes, para que todos puedan hacerlo a su ritmo y que incluso los que no corren puedan disfrutar de un paseo por Bilbao. Este año volvemos a lo de siempre”, concluye Oria.

Así, como lo que bien está bien acaba, la prueba comenzará y finalizará en el mismo lugar: la Gran Vía bilbaina. De ahí saldrán los atletas tras el pistoletazo, puntual como siempre, a las 11.00 horas. Por delante tendrán diez kilómetros que les llevarán por las principales arterias de la villa, como son la calle Navarra, Hurtado de Amezaga, Autonomía, Lehendakari Agirre o Sabino Arana; y por los lugares más reconocidos de la capital vizcaina, como el museo Guggenheim o el teatro Arriaga. Todo para volver a la principal calzada de Bilbao, donde todos se convertirán en ganadores.

La cifra: 8.000

  • Son los participantes que la organización espera tener, como mínimo, en la edición de mañana. De hecho, su horquilla se mueve entre los 8.000 y los 9.000 corredores. Una cifra nada desdeñable a pesar de los 10.000 que participaron en la edición anterior, que pasó por el interior de San Mamés.

El trazado

  • Hora y lugar. El pistoletazo de salida tendrá lugar mañana, a las 11.00 horas, en la Gran Vía de Bilbao. Se espera que los primeros corredores aparezcan por la meta media hora después.
  • Diez kilómetros. Con salida y llegada en Gran Vía, la carrera constará de 10 kilómetros que recorrerán calles como Hurtado de Amezaga, Autonomía, Lehendakari Aguirre y Sabino Arana. Además, la prueba pasará por el Museo Guggenheim, el Ayuntamiento y el Teatro Arriaga.
  • Avituallamiento. La organización explica que, tanto en el kilómetro 5, a la altura de la plaza del Museo, como una vez finalizada la prueba los participantes contarán con avituallamiento.

La canción

  • ‘Experience’. La melodía escogida para acompañar a los corredores durante los primeros metros es ‘Experience’, del afamado compositor italiano Ludovico Einoundi.