Rahm siempre ha tenido una especial predilección por la Ryder Cup ya que la afición de su familia por el golf se inició en 1997 en Valderrama y formar parte de ella le ha hecho corroborar que este evento es “especial”. “Lo mejor, además de ganar, es entrar en la sala del equipo y ver a todos estos grandes golfistas reunirse y formar realmente un equipo, ser amigos y tener un vínculo realmente único durante toda la semana. Cambia también la relación hacia el futuro. Esos recuerdos que durarán toda la vida y las amistades y los vínculos se volverán aún más fuertes. Es muy divertido ser parte de esto”, comentó ayer martes. Por todo ello, Jon Rahm aseguró que “si tuviera que pagar por estar aquí, lo haría”.

En un equipo con cuatro debutantes, el barrikoztarra asume su papel y señaló que su deseo es “conseguir tantos puntos como pueda porque se supone que eso se espera de los líderes de un equipo”. Rahm confía en sus compañeros nuevos porque “han demostrado que tienen nivel para estar y hacerlo bien”. 

Una de las ocupaciones de estos días en Roma es tratar de descubrir las intenciones de los dos capitanes y se va alimentando la idea, siguiendo las vueltas de prácticas de ayer martes, de que en el bando europeo Rahm jugará con Tyrrell Hatton, al menos en la primera jornada. El de Barrika ya comentó semanas atrás que no tenía preferencias, pero que le gustaría hacer pareja con “alguien que tenga garra, que tenga el mismo espíritu competitivo que yo”. O sea, lo que logró con Sergio García. Y de eso el inglés va sobrado, aunque a veces se salga de los raíles por sus constantes quejas. Pero Rahm ya demostró en 2021 que puede domar a Hatton y motivarle para sacar su mejor golf.