LOS equipos que esta semana competirán por la Ryder Cup ya están en Roma y hoy darán los primeros golpes en el recorrido del Marco Simone. Jon Rahm llega como una de las grandes bazas del equipo de Europa que quieren seguir el ejemplo de las mujeres el domingo en la Solheim Cup y recuperar el trofeo que se llevó hace dos años Estados Unidos en Whistling Straits con una paliza histórica. Será la tercera edición que se dispute en suelo continental tras la de Valderrama y París, pero sobre todo será la edición marcada desde hace más de un año por la aparición del LIV Golf, el proyecto saudí que se hizo incompatible con la Ryder Cup, lo que ha provocado la ausencia de nombres importantes en la historia del evento en este siglo.

Las posturas irreconciliables, que pueden cambiar en un futuro cercano, provocaron una cascada de abandonos del PGA Tour y del DP World Tour que hicieron temer por el futuro de la Ryder. El primer golpe a la línea de flotación de uno de los eventos deportivos más atractivos fue la decisión de adscribirse al LIV Golf de Henrik Stenson, el capitán del equipo europeo. La respuesta del comité de la Ryder fue destituir al sueco y sustituirlo por Luke Donald, otro jugador de gran recorrido en el torneo, al que le tocó asistir a todas las polémicas y presiones posteriores.

Ocho jugadores, cinco europeos y tres estadounidenses, que estuvieron en la anterior Ryder Cinco militan en el LIV Golf y solo uno disputará la edición de este año: Brooks Koepka, ganador del PGA Championship y que ha podido ser elegido por su capitán Zach Johnson porque sigue siendo miembro del PGA Tour. Dustin Johnson y Bryson DeChambeau no han sido tenidos en cuenta esta vez. El golf saudí y sus consecuencias entraron en los vestuarios de los torneos, en las ruedas de prensa, y afectaron de manera más clara a los europeos ya que siempre se ha considerado que en su grupo de doce jugadores había una mayor conciencia colectiva.

Con toda su capacidad económica, los saudíes captaron a Sergio García, a Ian Poulter, dos golfistas que formaron parte del alma del equipo europeo durante muchos años, a Paul Casey, a Lee Westwood y a Bernd Wiesberger, y todos ellos renunciaron a su membresía en el DP World Tour, lo que suponía perder mucho potencial. Lo peor fue que el conflicto se judicializó y aún se arrastran las consecuencias. “Es estúpido que Sergio no pueda jugar la Ryder”, afirmó hace poco Jon Rahm con su claridad habitual. Al fin y al cabo, el castellonense es el jugador que más puntos ha logrado en la historia de la Ryder. La pareja que formó con el barrikoztarra hace dos años fue una de las pocas notas positivas de Europa en 2021 y se esperaba que también lo fuera en Roma.

SIN VUELTA ATRÁS

Pero no va a ser posible, pese a que García ha intentado hasta el último momento ganarse un hueco, aprovechando que se ha abierto un periodo de distensión. “No voy a poner de mi parte si no voy a ser bien recibido”, dijo el golfista de Borriol tras la negativa de Keith Pelley, responsable del DP World Tour, a aceptar sus condiciones que pasaban por pagar las multas que se le impusieron tras dejar el circuito europeo y jugar el número de torneos necesario una vez readmitido. Lo que ocurra de cara a 2025 con Sergio García y los demás es una incógnita. “Pelley me comentó que ojalá el año que viene todo fuera más favorable. Es una decisión que tomaré junto a mi familia y, cuando llegue el momento, intentaré ver qué es lo adecuado para mí. Ahora mismo, la sensación no es la mejor, no nos vamos a engañar. Veremos dónde acaba todo cuando comience el nuevo año”, añadió.

Luke Donald se pronunció ayer al respecto en su primera comparecencia: “Sergio renunció a su situación hace cinco meses y una vez que eso sucedió, no era elegible para que yo lo considerara. Sé que hubo algunas historias sobre él tratando de pagar algunas multas y esas cosas. Sabemos cuáles son las reglas del DP World Tour y una vez que renuncias, no puedes volver a solicitar la membresía hasta el año siguiente”. Por todo esto, este conflicto seguirá planeando sobre la Ryder Cup de Roma, sobre todo si Europa pierde de nuevo. Es cierto que los ausentes en el equipo han superado los 40 años y que han llegado jóvenes interesantes, pero siempre se quiere contar con un par de piezas con experiencia. “En este momento solo me estoy concentrando en los doce chicos que tengo esta semana. Mi único objetivo es tratar con ellos durante los próximos seis días y darles la mejor oportunidad de éxito”, zanjó Donald.

HABLA LUKE DONALD

UN CAPITÁN “ENTUSIASMADO”

Confianza y fe. Luke Donald, capitán de Europa, ofreció ayer sus primeras impresiones en el Marco Simone, un campo que se ha preparado a conciencia para adaptarse a las características de los anfitriones. Tras el notable rendimiento de muchos de sus jugadores en Wentworth, el inglés siente que su equipo “está preparado. Estoy muy entusiasmado con lo que tengo y con el desafío que hay por delante. Creo que los jugadores están ansiosos por empezar y va a ser un espectáculo divertido esta semana”. Donald apuntó que como capitán, “siempre tienes que tener confianza, aunque sé que va a ser difícil. Estados Unidos es un equipo muy fuerte y nosotros venimos de nuestra peor derrota en una Ryder Cup. Los jugadores estadounidenses ocupan un lugar destacado en el ranking mundial, pero tienes que creer en tu equipo y en que vas a llevarlo a un punto exitoso”.