Europa salvó los muebles en la primera jornada de la Solheim Cup en la que Estados Unidos tomó una ventaja de 5 a 3, que podía haber sido peor después de que las americanas se impusieran en los cuatro partidos de foursomes (bolas alternas) de la mañana. Se anunciaba tragedia en Finca Cortesín, un campo muy exigente que registró un gran ambiente, pero las europeas reaccionaron por la tarde en los fourballs (cada jugadora con su bola), con dos victorias y dos empates en partidos emocionantes y en los que hubo grandes golpes como un hoyo en uno de Emily Pedersen.

Uno de los puntos completos lo lograron Carlota Ciganda y la sueca Linn Grant, que ganaron por 4 y 2 a Angel Yin y Allie Ewing con un notable papel de la jugadora de Ultzama, que hizo cinco birdies en 16 hoyos, tres en los cuatro primeros. El otro triunfo vespertino fue para Leona Maguire, una de las bazas más sólidas del equipo de Suzann Petersen, y Georgia Hall ante Lexi Thompson y Lilia Vu. Con los otros dos partidos empatados, Europa logró levantarse de la lona y dejar todo abierto para las dos jornadas que quedan, que es lo que se esperaba en una edición igualada.

“Estoy contenta, he jugado sólida y ese buen comienzo nos ha dado confianza. En la segunda mitad hemos ido controlando”, explicó Ciganda, a la que se espera hoy ya en los foursomes de la mañana porque debe ser un arma emocional “en una semana que me encanta”.